LIDIA JIMÉNEZ - Sevilla - 24/06/2008
Final feliz. La niña saharaui de siete años acogida durante casi dos años por una familia en Villaverde del Río (Sevilla) regresó ayer con su madre biológica, Ghedjemoula Mohamed. La resistencia del matrimonio de acogida a dejarle marchar tras ser operada de una cardiopatía en un hospital de Sevilla acabó en los tribunales. El juez dictaminó en febrero que la pequeña volviera con la madre. "Pero la familia de acogida podrá ver a la niña a menudo", anunció ayer Ghedjemoula en un gesto de generosidad.
La madre se sentía "muy contenta" poco antes de partir con su hija hacia Zaragoza, donde vive el abuelo materno y donde ella encontró empleo en un hotel. "A finales de julio la niña pasará una semana de vacaciones con la otra familia", anunciaba la madre, que tiene otras dos hijas, de 14 y 10 años. Ghedjemoula pidió que ningún medio de comunicación presenciara el reencuentro de ayer. La pequeña estaba muy nerviosa. "Quiero que se vaya la tele", protestaba llorando.
Fátima Sadli, amiga de la madre y su intérprete en español, explicó que la relación entre ambas familias ha mejorado y es ahora "de amistad". Y concluyó Ghedjemoula, en árabe, por boca de su amiga: "Todos por fin felices".
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