GIJÓN
«Estoy pasando una mala etapa», dice Verónica, la mujer acusada de abandonar a sus hijos en una vivienda de Gijón. El Principado no descarta devolverle la custodia
OLAYA SUÁREZ GIJÓN
«Mi objetivo principal ahora mismo es recuperar a mis hijos, sólo me preocupa eso». Verónica E. D., de 23 años y acusada de abandonar a dos hijos en su piso lleno de basura, atendió ayer a EL COMERCIO desde su vivienda del Nuevo Gijón, donde la Policía Local se hizo cargo de los dos menores en la madrugada del pasado viernes.
Con voz segura y pausada, la joven se muestra «superada por esta situación» y quiere «tranquilidad para hacer una vida normal y poner las cosas en orden». «Estoy pasando una mala etapa, pero espero que todo se arregle pronto», comenta. Mientras, se afana en limpiar su domicilio y en iniciar los trámites legales oportunos para que los menores regresen a su casa.
Desde que el sábado salió del juzgado acusada formalmente de un delito de abandono familiar, Verónica E. D. se siente «acosada». «Parezco la Preysler, no puedo ni salir de casa porque tengo cuatro cámaras apuntándome y siguiendo todos los pasos que doy», comenta.
Los niños, de quince meses y cinco años, permanecen internos en centros de acogida dependientes del Principado. «Todavía no he podido hablar con ellos pero sé que están bien», dice. La última vez que los vio fue la noche del jueves, cuando salió de su piso con destino desconocido. Los dejó solos y cerró la puerta de entrada con llave. El más pequeño, según fuentes policiales, llevaba el mismo pañal «desde hacía varios días». La mayor estaba prácticamente desnuda y llamaba incesantemente a su «mamá». «Nunca he necesitado de la ayuda de los Servicios Sociales porque siempre me he valido yo sola para cuidarlos», asevera.
La mujer se trasladó a vivir al piso de protección oficial de la calle de Dolores Ibárruri hace poco más de un mes. Con anterioridad, residió en el número 18 de la calle de Extremadura, en Pumarín. A pesar de su corta edad, cuenta con una complicada trayectoria vital que ahora se ha convertido en tragedia con la retirada de la custodia de sus dos hijos. El padre de la niña mayor permanece en la cárcel acusado de apuñalar al progenitor del niño pequeño. Verónica E. D. tiene ahora un nuevo acompañante y una difícil relación con sus vecinos. Fueron ellos los que avisaron a la Policía por el presunto abandono de sus hijos. Sin embargo, la joven aseguró ayer que no conocía a sus vecinos «de nada». «Nunca se han interesado por la situación ni me han preguntado nada durante el tiempo que llevo viviendo aquí», explicó.
Responsabilidades
A los trámites legales iniciados para tratar de recuperar la custodia de sus dos hijos, se unen las posibles responsabilidades que solicitará a la Policía Local por difundir las fotografías del interior de su domicilio. «Mi abogado y yo estamos estudiando qué se puede hacer», manifestó.
Los bomberos rescataron de madrugada a los niños del interior del piso. Tuvieron que entrar por la ventana porque la puerta estaba cerrada con llave. Eran poco más de las doce de la noche. Dos horas después, su madre regresaba al piso, asegurando que se había sentido indispuesta y había salido a la farmacia. Los vecinos, no obstante, declararon a la Policía que la situación de abandono era habitual. En la vivienda había un «panorama desolador» con kilos de basura, excrementos de perros y gatos y suciedad por todas las estancias.
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