El horror denunciado por estos niños les llevó a fugarse del centro. Ahora piden al fiscal que les permita quedarse con su madre. Ella asegura que están horrorizados sólo de pensar en un regreso.
PABLO MARISCAL. El niño de 12 años tutelado por la Junta de Andalucía y acogido en el ´Hogar Los Vergeles´ ha suplicado al fiscal que le permita quedarse a vivir con su madre. Su hermano, de 14 años, ha solicitado lo mismo en otro escrito. Ambos se fugaron del centro de acogida el pasado 28 de julio, según denuncian, tras ocho años soportando "malos tratos por parte de las personas del centro" y "tres o cuatro años" de abusos sexuales cometidos por un menor que ya fue condenado en 2005 por estos mismos hechos.
Los responsables de la casa de acogida denunciaron la desaparición de los niños en el juzgado. Su tutela sigue estando a cargo de los servicios sociales pero ni ellos ni la madre quieren volver a oír nada de Protección de Menores. Sobre todo después de denunciar que funcionarios de este departamento "han estado al corriente de los abusos sexuales sufridos por mi hijo" desde 2005 y que "no han actuado en consecuencia".
Tal y como informó ayer este periódico, pese a existir una condena firme de un juzgado de menores contra el agresor sexual del hijo de Beatriz, que en 2005 tenía 9 años, y pese a que el centro de acogida "informó" de lo sucedido al servicio de Menores, este departamento optó por no separar a víctima y a agresor de la misma casa. Madre e hijo denuncian que esa convivencia forzada ha desencadenado en nuevas agresiones sexuales.
Por eso, los hijos de Beatriz han redactado una carta al fiscal encargado del caso en la que reconocen que se han escapado del centro y donde le piden que les deje quedarse con su madre. El mayor de los dos explica que ambos han sido "golpeados en la cabeza, la espalda y la cara". El menor relata con nombres y apellidos quiénes y cómo le golpearon. Incluso añade un incidente, confirmado por la madre, en el que una de las monjas le dijo al agresor sexual de su hermano que lo "cogiera mientras ella le pegaba".
También habla de "amenazas y chantajes". Las fuentes de la investigación consultadas por este periódico señalan que parece "evidente" que parte del relato de las cartas está "influenciado" por la madre, aunque no cuestionan, al menos de momento, la veracidad de los hechos que se detallan.
El niño acaba la misiva suplicando al fiscal que "investigue y tenga en cuenta esta grave situación". Su hermano, víctima de los abusos, envió otro escrito redactado a mano en el que también reconoce que se ha "escapado" del ´Hogar Los Vergeles´.
Justifica su decisión alegando que lo hace "porque quiero estar con mi madre por los siguientes motivos: me pegan, me hacen daño y no me gusta que me hagan eso. Estoy psicológicamente humillado pues han intentado chantajearme diciéndome que me voy con una familia y sería más feliz con ellos porque me comprarían una Play Station y eso era mentira".El niño acaba la carta, de 18 líneas, con la siguiente frase: "Sólo quiero estar con mi madre y ser feliz".
"Están aterrorizados". Beatriz comparte y respalda la decisión de sus hijos. Por eso ha comunicado al juzgado que los tiene ella, a pesar de que la tutela sigue siendo de la Junta de Andalucía. La denuncia del centro de acogida por la desaparición de los menores fue precisamente lo que impulsó la reapertura de este caso.
En el juzgado investigaron, de la mano del Grupo de Policía Judicial de la Policía Local, los motivos que provocaron esa fuga. Según las fuentes consultadas, los investigadores hallaron indicios en la actuación del centro de acogida y del Servicio de Protección de Menores que necesitan ser analizados para determinar por qué no se separó en su momento al agresor sexual de su víctima.
Beatriz asegura que sus hijos "están aterrorizados" con la simple idea de volver al centro de acogida. Por eso asegura que llegará "hasta donde haya que llegar" para impedir que le quiten de nuevo a sus hijos y que "sufran" lo que han padecido estos años.
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