«Son niños con muchas carencias emocionales»

http://www.nortecastilla.es/20080407/palencia/ninos-muchas-carencias-emocionales-20080407.html

CAROLINA VIÁN DE LA CRUZ PSICÓLOGA DE CRUZ ROJA
La psicóloga reconoce que no es un programa fácil y alaba la implicación y motivación de las familias acogedoras
07.04.08 -
J. O.
Lleva tres años trabajando como psicóloga de Cruz Roja en el programa de acogimiento familiar. Su labor consiste en apoyar a las familias que desean acoger a un niño, en darles las pautas para que el proceso se desarrolle con normalidad, en trabajar con el menor también para que se adapte a su nuevo hogar. «Se trata de apoyar, no de vigilar en ningún caso», destaca Carolina Vián. Para las familias que participan en estos programas, no tiene más que elogios. «Es de admirar que personas con sus trabajos, sus responsabilidades y su vida solucionada se decidan a aportar su granito de arena de esta manera», explica. También ofrecen conferencias entre asociaciones de padres de alumnos para captar más participantes.
-¿Qué persigue por encima de todo este programa de acogimiento?
-Sobre todo se busca cubrir las necesidades del niño, no una satisfacción personal como padre o madre, que para eso está la adopción. Hay muchos menores con necesidades afectivas y de cuidados básicos, y esta medida es una forma de procurarles un hogar.
-¿Qué mueve a los participantes en el programa?
-Hay familias admirables, que tienen su vida solucionada, pero que desean hacer algo más, no quieren quedarse en lo mal que está el mundo y desean aportar un granito de arena. No es un programa fácil, pero se encuentran motivaciones increíbles.
-A pesar de la decisión inicial de una persona o de una familia de acoger a un niño, ¿cuesta encajar los casos?
-Lo que más cuesta son los hermanos, a los que se intenta que vayan juntos a la misma familia. Se trata del doble de trabajo, el doble de atención, de espacio en la casa, todo está multiplicado. También nos cuesta un poco más en los casos de los adolescentes, que generalmente es una edad que da más miedo.
-¿Las peticiones incluyen muchos requisitos?
-No, en general quieren niños más pequeños, si bien en el caso de los bebés el acogimiento es por periodos más cortos. En muchos casos son recién nacidos cuyas madres han renunciado a ellos y entre que se tramita la adopción se le procura un acogimiento. Tiene que pasar un mes para que la madre ratifique la renuncia al niño, y en ese tiempo, y antes de dárselo a la familia que lo adoptará, se le encuentra un hogar de acogimiento.
-¿Y no ponen limitaciones incluso en los casos de niños con muchos problemas sociales?
-A las familias no se les niega ningún dato sobre los menores, tanto si tienen problemas de conducta como alguna discapacidad, pero en general quien se decide a participar en el programa ya no se echa para atrás. Las familias cuando ponen nombre, edad y cara a ese niño que esperan acoger se ilusionan y no se echan para atrás. De todas formas, más que niños de entornos muy marginales como podamos pensar, hijos de toxicómanos o delincuentes, en general se trata de niños que tienen muchas carencias emocionales porque crecen en un contexto familiar sin normas. Seguramente sus padres fueron en su día niños desprotegidos y ahora se ven en un problema por el que sus hijos les son apartados durante un tiempo. Pero durante este periodo en el que viven con las familias de acogida también se trabaja para la recuperación de las familias, para que estén preparadas para que sus hijos vuelvan a ellos una vez superados esos problemas.
-Las familias que participan reciben una ayuda económica...
-Sí, pero nadie participa en este programa porque sea rentable económicamente. Se cubren aproximadamente los gastos de manutención y si el niño necesita una atención del dentista por ejemplo, también se sufragan esos gastos.
-¿Qué es lo más difícil tras una experiencia de acogimiento?
-Sin duda la separación del menor, pero los acogedores tienen claro que no se lo quitan porque no es suyo.