viernes, 18 de abril de 2008

Desarrollan un sistema para calcular la viabilidad de los bebés prematuros

http://www.abc.es/20080418/sociedad-sanidad/desarrollan-sistema-para-calcular_200804180259.html

N. RAMÍREZ DE CASTRO
MADRID. El límite entre el milagro y lo científicamente posible para un prematuro se sitúa en las 23 semanas de gestación y los 400 gramos de peso. Por debajo de ese tiempo de maduración en el útero de la madre, la mortalidad de los bebés roza casi el cien por cien y, en el improbable caso de sobrevivir, las secuelas son tan previsibles como preocupantes. Desde lesiones cerebrales a ceguera, sordera y problemas motores de los niños. Pero, a veces, la medicina se topa con casos sorprendentes como el de Amilia Taylor, un bebé de 21 semanas de gestación y 280 gramos que en Estados Unidos logró sobrevivir sin secuelas aparentes.
El caso de Amilia y otros similares están consiguiendo que los pediatras se cuestionen los límites de viabilidad de estos seres diminutos. Y se pregunten cuándo está justificado luchar por la supervivencia de un prematuro sin generar un sufrimiento inútil tanto al niño como a la familia. Para despejar esas dudas, un grupo de investigadores de Estados Unidos ha desarrollado un sistema que ayudará a padres y médicos a tomar esta decisión, basado en una detallada investigación que se publica en el último número de la revista «New England Journal of Medicine». Su método ofrece un cálculo «online» para establecer las posibilidades de supervivencia y discapacidad de los niños en la que se tienen en cuenta factores que van más allá del tiempo de gestación.
A cualquier edad, los pequeños que pesan más, proceden de un parto único (no hay hermanos gemelos o múltiples) y han sido tratados antes de nacer con esteroides (fármacos para ayudar a los pulmones a madurar) tienen más posibilidades de sobrevivir sanos, aunque hayan nacido tan pronto como la semana 23.
El sexo también importa y mucho. Las niñas son más fuertes y tienen más posibilidades de sobrevivir que los niños de la misma edad gestacional. La investigación demuestra que una niña de 23 semanas puede ser más fuerte que un varón nacido una semana después. Según esta valoración de riesgos, un niño nacido en un parto gemelar a las 24 semanas, sin que su madre recibiera esteroides posee un 69% de posibilidades de sobrevivir. Y si lo consiguiera lo haría con una gran discapacidad con un 50% de seguridad. Las oportunidades de sobrevivir en una niña gemela con la misma edad y peso serían del 86% y sólo tendría un 23% de riesgo de sufrir alguna secuela grave.
En el límite de viabilidad
En la mayoría de las unidades neonatales no se duda sobre el tratamiento que deben recibir los niños nacidos a partir de la semana 25. Con ellos se utilizan todos los recursos y cuidados disponibles, por agresivos que sean: reanimación, respiradores artificiales, alimentación intravenosa... Por debajo de la semana 22 tampoco se duda. No hay muchos hospitales que lo intenten porque las posibilidades de sobrevivir son escasas y el sufrimiento muy alto. Pero la incertidumbre surge con los niños entre la semana 23 y la 24. Con ellos, el sistema de cálculo se puede convertir en una herramienta valiosa para ayudar a decidir.
Para elaborar este método, se evaluaron 4.446 grandes prematuros, nacidos a entre la semana 22 y 24 de gestación. Los recién nacidos fueron tratados en 19 hospitales de Estados Unidos que pertenecen a la red de investigación neonatal. Los más inmaduros, 744, no recibieron tratamiento y fallecieron.

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