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Entregan a la Junta a los dos menores de Utrera acogidos temporalmente
La familia de acogida ha aceptado la entrega de los menores con la esperanza de que, una vez demostrada su colaboración en el caso, puedan obtener algún beneficio en forma de visitasefe Actualizado 28.04.2008 - 11:36
La familia de Utrera que tiene en acogida temporal a dos hermanos de 7 y 5 años ha entregado hoy a los menores a la Junta de Andalucía en cumplimiento de la orden dictada por la Consejería de Igualdad y Bienestar Social. La entrega de los menores se ha aceptado finalmente por la familia de acogida con la esperanza de que, una vez demostrada su colaboración en el caso, puedan obtener algún beneficio en el futuro en forma de visitas u otras iniciativas, dijeron Efe fuentes próximas a la familia. La entrega se produjo con escenas de tensión entre los padres de acogida y los menores, cuyo destino inmediato no ha sido precisado hoy, aunque los familiares esperan conocerlo en breve para poder visitar a los niños, a los que conocen desde que nacieron. Las mismas fuentes indicaron que el temor de los padres de acogida es que, si los padres biológicos no se recuperan de sus actuales circunstancias que les impiden hacerse cargo de los menores, los entreguen en adopción definitiva. Este extremo evitaría a los padres de acogida mantener el contacto con los menores, que es la peor circunstancia que se les plantea, añadieron las fuentes. La entrega de los menores estaba prevista para la semana pasada, aunque la movilización vecinal retrasó la decisión culminada hoy. Los padres de acogida lamentan que la Junta decida quitarles los niños por no hacer tres "cursos de idoneidad" que eran incompatibles con el horario laboral del padre de familia, lo que ha desencadenado que la acogida temporal finalice antes de lo previsto. La familia de acogida ha insistido en que su intención es luchar por que se les permita seguir al cuidado de ambos niños, a los que conocen desde que nacieron y cuya madre biológica, al parecer, no puede hacerse cargo de los menores y el padre está en prisión por problemas con las drogas. Los dos menores son miembros de una familia de siete hermanos, tres de los cuales están bajo la tutela de la abuela materna, otro con un familiar y el más pequeño en una institución.
http://www.elpais.com/articulo/andalucia/soy/madre/necesito/cursos/elpepiespand/20080426elpand_11/Tes
"Yo ya soy madre, no necesito cursos"
La Junta no se presenta a recoger a los dos niños acogidos en Utrera
LIDIA JIMÉNEZ - Sevilla - 26/04/2008
No idoneidad. Este es el veredicto que la familia de acogida Sánchez Villa se negaba a aceptar ayer mientras esperaba que los servicios sociales se llevaran a los dos menores que han vivido con ellos siete meses.
Eran las 9.00, hora prevista para la recogida. Los responsables de Bienestar Social habían concluido que Carmen Villa, de 52 años, y Enrique Sánchez, de 50, no cumplían las condiciones psicológicas y sociales para educar a los dos niños, de siete y cinco años, que la madre bológica les confió. Era el momento de llevarlos a un centro de menores. Muchos amigos de la pareja esperaban expectantes, mientras los dos niños jugaban en la calle. "Pero como había tanta gente y periodistas, no han querido venir", sospecha Villa. La abogada de la familia acudirá el lunes a la Consejería para buscar una solución pactada.
"¡A los niños no les falta de nada!", gritaba ante unas 50 vecinas reunidas frente a su casa. La barriada de la Paz, en Utrera, le mostraba su apoyo. Portaban pancartas, sábanas pintadas y un megáfono: "Bajen todos, que se llevan a los niños".
"Cuando una familia no es considerada idónea, se debe a muchos motivos", explica la directora del programa de acogimiento de la fundación Márgenes y Vínculos y miembro del equipo de valoración, María Ángeles Míguez: "Tras un largo proceso, resultaron no aptos".
La madre biológica, Nuria Márquez, es drogodependiente, tiene 33 años y seis hijos. Cuando se quedó embarazada de nuevo, pensó en esta familia, a la que conocía de siempre. El resto vive con familiares y uno en un centro de la Junta. "Si no fuera por su problema, sería una madre excelente", reconoce Villa. El padre biológico está en la cárcel por intento de homicidio.
Según el matrimonio Sánchez Villa, casados desde hace 30 años, la retirada de la custodia se debe a dos motivos. En primer lugar, que discutieron con la madre el régimen de visitas ya que ésta acudía "drogada y nerviosísima". Además, el matrimonio no asistía a los cursos de formación "porque coincidían con las horas de trabajo", se disculpa Sánchez.
"Yo he criado dos hijos y cinco hermanos, ¿cómo voy a necesitar yo un curso para aprender a ser madre?", reniega Villa. Paola, su hija de 26 años, la escucha. Jordi, de 24: "Da todo por los niños", apunta un compañero de trabajo . "Les queremos desde que nacieron", añaden.
A las 10.30 suena el teléfono. Es el defensor del menor. "Parece ser que Nuria [la madre] también quiere que se lleven a los niños", lamenta el marido. Las vecinas se miran y Villa rompe a llorar. Minutos más tarde, llama una asistenta social. Informa de que no irán a por los niños en ese momento, pero que se los llevarán pronto. Villa se pone muy nerviosa: "Mucha ley y muchos papeles... pero el cariño que les tenemos, ¿qué?".
El informe de valoración psicológica señala "el desinterés y despreocupación de la familia por formalizar la situación de acogimiento". Ellos critican la profesionalidad de los técnicos que "no se interesan por lo felices que son los niños en esta casa".
Un vecino se pregunta: "Si no eran idóneos, ¿por qué no lo pensaron antes de entregárselos?". Ellos añaden: "Somos una familia normal, trabajadora y muy unida". Desde la fundación insisten: "No se trata de buenos o malos, sino de aptos y no aptos".
http://www.abcdesevilla.es/20080424/sevilla-sevilla/ninos-juega_200804240905.html
MARÍA JOSÉ CARMONA. SEVILLA
La vida apacible de dos menores de 7 y 5 años que desde hace siete meses viven con la familia Sánchez Villa tiene las horas contadas. Los dos niños están con la familia, que consideran suya, desde que su madre, con un largo historial de drodopendencias, decidió que fueran Enrique Sánchez y Carmen Villa los que se hicieran cargo de sus pequeños mientras ella intentaba salir del túnel. Los pequeños, según consta en el expediente correspondiente de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, se encontraban viviendo hasta su llegada a la familia de acogida, —a la que conocen desde que nacieron—, en un ambiente en el que se daba violencia de género, con nulos recursos económicos, absentismo escolar y descontrol en la asistencia sanitaria. Esa situación alcanzó su punto álgido cuando la madre de los chiquillos, que ya tenía otros cuatro y otro que venía de camino, se dio a la fuga cuando supo que la Junta se los iba a quitar.
El 9 de julio del año pasado, Carmen y Enrique presentaron la solicitud de acogimiento familiar de dos de los niños valorando la Junta «de manera positiva» su petición, que no era otra que atender a dos niños «en situación de desamparo temporal». Carmen y Enrique firmaron «una cogida simple durante dos años» sabiendo que si la madre de los menores se recuperaba antes, los niños volverían con su progenitora.
Los chiquillos no tuvieron problemas de adaptación porque estaban acostumbrados a vivir con la familia de acogida con la que pasaban incontables fines de semana. En su hogar actual tienen, además, muchos amigos con los que jugar y tanto los vecinos como los profesores reconocen el cambio «para bien» de los dos pequeños. Al mes de tener a los niños, la Junta les informó de que Carmen y Enrique deberían hacer «un curso de idoneidad».
Para entonces, las relaciones de parte de la familia de origen con la de acogida habían empezado a deteriorarse, aunque Enrique era el encargado, según asegura, de llevar y recoger a los dos hermanos a casa de la abuela.
El «curso de idoneidad» debían recibirlo en la Fundación Márgenes y Vínculos, donde asistieron varios días. Sin embargo, al ver que el estudio al que estaban siendo sometidos iba a durar más, propusieron dejarlo para otra fecha porque asistir a esas evaluaciones y trabajar les resultaba incompatible.
Miembros de la mencionada fundación visitaron, siempre según la familia de acogida, el domicilio de los pequeños en Utrera el 2 de enero y según consta en el informe que realizaron, el timbre de la puerta estaba roto y Carmen, cuando les abrió, estaba en camisón.También señala que la familia de acogida no ha colaborado en las sesiones de valoración y que ésta no muestra «una motivación adecuada ni compartida para el acogimiento».
Los hijos biológicos
Igualmente, señala que el hijo biológico de la familia de acogida no tiene intención de emanciparse y la hija tampoco porque «recientemente ha finalizado la relación con su novio, con el que se iba a contraer matrimonio próximamente». La joven afirmaba ayer que se piensa casar en agosto y que no entiende qué tienen que ver esos aspectos de su vida con la evaluación de la situación de su familia. Dada su disconformidad con el informe social de Márgenes y Vínculos, la familia presentó un escrito de recurso, que olvidó firmar por lo que el viernes de Feria fue llamada para que lo hiciera.
Ya el pasado día 18, la Junta volvió a ponerse en contacto con Enrique y Carmen para comunicarles que se les iba a retirar a los niños. La última fecha que se les ha dado para hacer efectiva la retirada es mañana.
Enrique, como su mujer y su hija, piensan que con los niños no se juega y que la Junta les ha utilizado.
Mis estrellas negras: Anna Zingha.
Hace 11 años
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