Los gays de Balears desisten en la adopción de menores

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Pese a que la ley lo permite desde 2005, las parejas homosexuales masculinas se encuentran con grandes dificultades a la hora de adoptar. La lentitud del proceso provoca, en muchos casos, que no cumplan los requisitos de edad

VANESSA SÁNCHEZ. PALMA. Desde que en julio de 2005 entrase en vigor la ley que permite el matrimonio y la adopción de niños por parte de personas del mismo sexo, cerca de una decena de parejas homosexuales residentes en las islas se ha interesado por los requisitos para iniciar el proceso. De éstas, y según los datos de los que disponen en la Associació Illes Balears d´Adopcions (AIBA), sólo tres se lanzaron a la aventura y comenzaron las entrevistas para conseguir el certificado de idoneidad necesario que otorgan técnicos de S´Institut. Tres años después aún siguen esperando, la mayoría ya ha desistido. "El motivo exacto de esta demora lo desconocemos, pero no es habitual que se tarde más de seis meses en conseguir este certificado. Aquí en las islas sabemos de la existencia de informes que se han retrasado durante algo más de un año y medio pero son casos muy puntuales. Por eso, habría que preguntarse cuál es la razón por la que estas parejas homosexuales no consiguen con la misma ´relativa´ facilidad el visto bueno de los trabajadores sociales que un matrimonio convencional", indica a DIARIO de MALLORCA Ramón Rotger, presidente de AIBA. Aunque el procedimiento de evaluación de la idoneidad de los aspirantes es independiente del sexo de los miembros del matrimonio "no hay que olvidar que siempre juzga una persona, con lo cual, la objetividad no se puede garantizar al cien por cien", añade Rotger. Desde S´Institut, la respuesta siempre ha sido la misma. "La ley es la ley y debe cumplirse al margen de los criterios personales de técnicos y políticos", admitió hace un año quien fuera el director de Protección al Menor y Atención a la Familia, Antonio Calvo. Una de las probables causas que justificaría la renuncia de los gays a convertirse en padres apunta al límite de edad establecido como máximo para poder adoptar. Se debe tener una diferencia de más de 14 años y menos de 40 con el adoptado. "Si se tiene en cuenta que las parejas homosexuales que han formalizado civilmente su unión en las islas sobrepasan la treintena y que cuando inician los trámites están cerca ya de los cuarenta años, la demora lo único que provoca es que no cumplan este requisito principal. El tiempo se les echa encima y, claro, si la evaluación psicológica se alarga y la resolución del informe se atrasa unos meses, las posibilidades son escasas", explica Rotger.Otra de los motivos sería la dificultad de adoptar en el extranjero. Sólo Brasil y Sudáfrica contempla este derecho, el resto de países tiene vedada la adopción a parejas del mismo sexo. "¿La solución? Que inicie los trámites uno de ellos de manera individual. Aún así, sigue primando el matrimonio heterosexual por encima de las adopciones monoparentales", concluye Ramón Rotger. Aunque la ley los ampare, la igualdad, a juzgar por los hechos, está aún lejos de alcanzarse. "Muchos están haciendo los primeros intentos para conseguir que en el futuro todo transcurra con más normalidad y fluidez", apunta Francisco José Cubero, de Ben Amics. "Aún así, si nos enteramos de que está habiendo discriminación, no dudaremos en acudir a la justicia. Ya nos ha costado mucho conseguir esta ley para que encima no se cumpla", añade. Desde S´Institut, señalan que, más allá de la adopción, también se puede aspirar al acogimiento temporal de menores desprotegidos. No se conoce, de momento, ningún caso.