martes, 23 de septiembre de 2008

Los abandonos y renuncias de bebés se disparan con la crisis

 

José Domingo, el recién nacido que fue encontrado este fin de semana en el portal de un edificio de Valencia, es el decimosegundo bebé abandonado en la Comunidad en los últimos cinco años.


Una lista escalofriantemente larga en pleno siglo XXI. En todos los casos se repite el mismo perfil. Madres que se desprenden de sus hijos en la vía pública, lo que representa un delito. En el caso de José Domingo, que todavía se encuentra hospitalizado aunque en perfecto estado de salud, la Conselleria de Bienestar Social, encargada de asumir la tutela en estos casos, ya le ha asignado una familia educadora de las 480 registradas en la Comunidad Valenciana. De ellas, 35 están disponibles las veinticuatro horas del día para acoger a un menor sea cual sea el momento o la circunstancia.

Estas familias no aspiran en ningún caso a lograr la adopción. Otra opción, que no se ha empleado con José Domingo, pasa por utilizar uno de los noventa centros de acogida residencial.

Mientras continúan las pesquisas policiales y se determina el parentesco del pequeño -a la espera de un trámite de adopción si jamás se encontrara- permanecerá al cargo de esta familia de 'urgencia-diagnóstico'.

Factores como la crisis económica, el fenómeno de la inmigración o la prostitución se esconden detrás de casos que en muchas ocasiones no se esclarecen ante la imposibilidad de dar con las madres.

Sin embargo, otros neonatos corren mejor suerte. Se trata de aquellos cuyas madres renuncian expresamente a mantenerlos. En total, se han dado 202 casos en la última década, donde el aumento ha resultado exponencial. Así, se ha pasado de las dieciocho renuncias registradas por Bienestar Social en 1998 a las 27 del pasado año.

Del análisis por ejercicios se desprenden datos significativos. Por ejemplo, en los años de mayor bonanza económica de la serie histórica (de 2001 a 2003), se registraron el menor número de casos.

A medida que la situación ha empeorado estas dramáticas cifras han ido en aumento, lo que multiplica el trabajo de la Conselleria y la necesidad de recursos.

Precisamente, el departamento que dirige Juan Cotino ha salido reforzado con los cambios introducidos la pasada semana por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps.

En la toma de posesión de los nuevos altos cargos, celebrada ayer, el vicepresidente tercero del Consell justificó esta medida por la necesidad de ofrecer respuesta a las 'realidades sociales en las que estamos inmersos', como la 'crisis económica que está ahí, las nuevas leyes que tenemos que aplicar y llevar adelante' o los problemas que tienen los jóvenes y las familias 'para poder llegar a fin de mes'.

En todo caso, el departamento de Bienestar Social atribuye el aumento de las renuncias a que 'cada vez las madres conocen las posibles alternativas al abandono y a las interrupciones del embarazo, alternativas que preservan el anonimato de la madre'.

La legislación prevé esta posibilidad sin consecuencias penales-al contrario de los abandonos- y son los servicios competentes en protección de menores de la Generalitat los que desde el mismo momento del alumbramiento asumen la tutela del menor -no se pide explicación a la madre, basta con su decisión manifestada expresamente-.

Además, de acuerdo con las mismas fuentes, la Conselleria ha elaborado un protocolo para agilizar el procedimiento de coordinación entre las instituciones implicadas -Sanidad, Bienestar Social y los equipos municipales de servicios sociales-.

Terra Actualidad - VMT

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