lunes, 23 de febrero de 2009

Las familias asturianas afirman que ya es tan difícil adoptar fuera como en España

 
Oviedo,
Elena FERNÁNDEZ-PELLO
La adopción internacional ha entrado en recesión. En los últimos años uno de cada cinco niños adoptado en España recalaba en brazos de su nueva familia desde otro país. En Asturias la mitad de las adopciones eran internacionales, según Joaquín García, presidente de la Asociación de Adoptantes Asturianos (Asturadop). Pero en 2008, afirma, la adopción nacional y la internacional se han equiparado.

En 2007, el último año del que existen datos oficiales del Instituto Asturiano de Atención a la Infancia, la Consejería de Bienestar Social dio en adopción 17 niños españoles y 43 llegados de otros países. Ese año se recibieron 124 solicitudes de adopción. En la actualidad, según Asturadop, 90 familias esperan el certificado de idoneidad y algo más de trescientas están pendientes de la asignación de un niño.

La bonanza económica ha acabado, los requisitos para adoptar a un menor de otro país se han endurecido y el tiempo de espera se ha alargado. «Auguramos un descenso en el número de solicitudes de adopciones internaciones en los próximos años y un crecimiento de la adopción nacional», adelanta Joaquín García, avalando esa declaración con una relación de datos: en Galicia las adopciones han caído un 25 por ciento, en la Comunidad Valenciana han descendido un 56 por ciento las adopciones en China y en Canarias las adopciones nacionales se duplicaron en un año.

«El 55 por ciento de las adopciones internacionales en España se realizan en Rusia y China. En Asturias están abiertas las adopciones en diez países distintos y sin embargo el 95 por ciento de los niños que llegan vienen de esos dos países. Estos países han mejorado económicamente, invirtiendo en medidas de protección a su infancia, así que se dan menos niños en adopción», explica el presidente de Asturadop.

Joaquín García recuerda que la adopción es una herramienta de protección de los menores, nunca un derecho de las familias. Que los niños puedan crecer junto a sus familias biológicas en sus países de origen no será nunca un problema, aunque dificulte la adopción. «Las familias no tenemos derecho a adoptar, es el menor el que tiene derecho a una familia. Cuando los aspirantes a una adopción hemos sido exigentes, no ha sido para pedir un niño, sino para que nos trataran bien en el plano administrativo», comenta el representante de los padres asturianos. Va incluso más allá y plantea: «Éticamente, ¿tenemos que buscar nuevos países para adoptar o ayudar a esos países a mantener a sus niños?».

Hay otra cuestión que desanima a los adoptantes. Los tiempos de espera se han hecho tan largos que muchas familias se quedan por el camino. La adopción nacional tiene unos tiempos de espera que rondan los ocho años y en algunas comunidades la adopción ha estado cerrada durante mucho tiempo, como en el caso de Madrid.

Si muchas personas buscaban a su hijo fuera de España era porque confiaban en acortar la espera, pero eso está cambiando. «En 2005 las adopciones en China tardaban ocho meses. Ahora están tardando tres años y medio o cuatro, y aumentando. China ya no admite familias monoparentales, ha establecido nuevas condiciones de renta y patrimonio de los adoptantes, y otros requisitos más curiosos como que no pueden ser obesos», explica Joaquín García, y aclara que esta última exigencia va dirigida a los estadounidenses, que con edades avanzadas adoptaban masivamente en China. En otros países, como Rusia, se ha promovido la adopción interna y, además, quienes esperan por un niño ruso se las tienen que ver con la burocracia del país, una federación de estados, cada uno con su propia regulación.

La inversión que requiere una adopción internacional, tanto afectiva como económica, tampoco es despreciable. La primera es incuestionable y la segunda inasumible para muchas familias. «Supera los 18.000 euros, incluidos trámites, viajes, donativos? y en Rusia llega a los 40.000», según García.

Ante este panorama, el presidente de Adoptastur aconseja a quienes estén pensando en adoptar un niño que agoten todos los recursos y opten por la doble vía, solicitando la adopción nacional y la internacional. «Los tiempos de espera se van a igualar», anuncia, porque el número de niños que puedan ser adoptados va a ser similar en España y en el resto del mundo.

Solicitudes y asignaciones

El Principado dio en adopción 17 niños españoles y 43 extranjeros en 2007. Ese año se habían cursado 124 solicitudes de adopción.

En la actualidad, en Asturias hay 90 familias esperando el certificado de idoneidad y más de 300 están pendientes de la asignación de un niño.

En España el 55 por ciento de las adopciones internacionales se realiza en Rusia y China. Asturias mantiene convenios de adopción con una decena de países, pero el 95 por ciento de los niños adoptados en la región llega desde esos dos países.

En la última década la quinta parte de los niños adoptados en España llegaba de otros países. En Asturias era la mitad.

La espera

Una adopción nacional puede llegar a suponer ocho años de espera. Para adoptaren China hay que esperar cuatro años.

El precio

Una adopción internacional cuesta como mínimo 18.000 euros, incluidos trámites, viajes y otros gastos. En Rusia, adoptar un niño puede llegar a costar hasta 40.000 euros.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Una asociación de padres denuncia irregularidades en la acogida de niños

http://www.laverdad.es/albacete/20090217/albacete/asociacion-padres-denuncia-irregularidades-20090217.html

17.02.09 -

D. CARCELÉN/ LV ALBACETE
La Asociación de Familias Acogedoras de Niños sin Protección (Afanspro), que encabeza Santiago Garrido, lanzó ayer todo tipo de acusaciones, cada una más grave que la anterior, contra el servicio de acogimiento de niños de la Consejería de Bienestar Social en Albacete.
En un escrito remitido a esta redacción y en una conversación telefónica, Garrido denunció que hay decenas de menores en situación de desamparo a los que no se tiende la mano. Pero sus denuncias llegaron a acusaciones tan graves como supuestas adopciones ilegales o «irregularidades» en el sistema de acogimiento familiar.
Al tratarse de un tema tan delicado, este diario quiso hablar con la Delegación Provincial de Bienestar Social. Los servicios de prensa informaron de que la delegada, Angelines Martínez, no podía atender al periódico porque estaba de viaje, por lo que remitirían la cuestión a Toledo. Finalmente, el gabinete de prensa informó de que la Junta renunciaba a pronunciarse al respecto hasta conocer todos los términos de la denuncia de estas familias.
Garrido explicó que la Dirección General de Familia conocía sus quejas. Y es que Afanspro asegura que las familias acogedoras que pertenecen a la asociación llevan más de dos años esperando que la Junta les permita cuidar a un niño, lo que se contradice con la intención anunciada por la Junta de incentivar este tipo de tutela de menores.
No hay que olvidar que un niño o un adolescente que entra en un programa de acogida lo hace porque sus padres viven situaciones tan difíciles que tienen que renunciar a él. No significa que no lo quieran, sino que les es imposible asumir su cuidado. El objetivo es que las familias de acogida ofrezcan el cariño que le falte a ese niño durante el tiempo que sea necesario, consiguiéndole un ambiente que le dé seguridad.
La clave
El voluntario tiene que ser consciente de que el menor tendrá que mantener sus lazos familiares para que en el momento en el que sus padres puedan volver a ocuparse de él no se haya convertido en un extraño, así como han de asumir que no se trata de una adopción sino de una alternativa a corto o largo plazo. De todas formas, la familia acogedora siempre conservará el vínculo con el menor.
No obstante, según aseguró ayer Garrido, una cosa es la teoría y otra es la práctica. «No se les hace ningún seguimiento y en ocasiones hasta ignoran dónde se encuentra el menor».
En seis meses, esta asociación ha ayudado a más de una treintena de niños, la mayoría hijos de familias extranjeras que acuden a Afanspro. «Bienestar Social no llega, ni mucho menos, a todos los menores en situación de desamparo, pero aunque ya no nos ayude, nosotros seguimos trabajando con los pocos medios que tenemos», insistió.
Esta asociación no entiende por qué no le dejan acoger los niños que llegan a la Junta ni el motivo por el que «los bebés que se recogen en el hospital no vuelven a sus familias biológicas». «Tienen Arco Iris lleno de cunas ¿no estarían esos bebés mejor con una familia acogedora?», se preguntaba Santiago Garrido.
Afanspro considera, además, que Bienestar Social incumple la Ley del Menor y se olvida de los niños que aún malviven en la carretera de las Peñas y en casas abandonadas.

Asuntos Sociales defiende el funcionamiento correcto de la protección de menores en Navarra

http://www.diariodenavarra.es/20090218/navarra/asuntos-sociales-defiende-funcionamiento-correcto-proteccion-menores-navarra.html?not=2009021814065669&idnot=2009021814065669&dia=20090218&seccion=navarra&seccion2=sociedad&chnl=10&ph=14

- La consejera Maribel García aseguró que el sistema cuenta cun una alta coordinación y una importante dotación de recursos - Coincidió con el resto de grupos parlamentarios en que es preciso mejorar y mantener una actitud alerta

Navarra dispone de un sistema de protección de menores que "funciona correctamente", que cuenta con un "alto grado de coordinación" y una "importante dotación de recursos humanos y económicos", según ha sostenido hoy la consejera de Asuntos Sociales, Familia, Juventud y Deporte, Maribel García. La consejera se ha pronunciado en ese sentido en una comisión parlamentaria en la que ha coincidido con los grupos parlamentarios en que pese a los resultados "positivos" es preciso "mejorar" y mantener una actitud "vigilante".


A petición del grupo socialista, ha informado sobre los diferentes programas y recursos existentes en la Comunidad foral, así como sobre su coordinación, planificación y evaluación y la integración de este sistema en la Cartera de Servicios.

Con los datos facilitados los portavoces parlamentarios han puesto de manifiesto su satisfacción por el funcionamiento del sistema y han mostrado su "tranquilidad" por el hecho de que en Navarra no se detecten irregularidades como ha sucedido en otras comunidad autónomas.

En primer lugar García ha explicado que el sistema vigente de actuación en materia de atención y protección a la infancia y adolescencia no se entendería sin el plan aprobado en los años 2001 y 2002 y ejecutado en el periodo 2002-2006 y evaluado secuencial y globalmente a lo largo de ese periodo en el 2007.

Ese plan se ejecutó con un presupuesto para el programa de Menores que alcanzó los 9,2 millones de euros y desde entonces la partida ha ido incrementándose en cada ejercicio, según la consejera, quien ha subrayado que hasta el 2011 el presupuesto destinado a la protección de menores se habrá incrementado en un 90,63 por ciento.

Según los datos que ha aportado, en el 2008 el programa especializado de intervención familiar atendió a 119 menores en 50 familias y el programa de acogimiento familiar contó con 228 familias acogedoras y 254 menores acogidos.

Respecto a la adopción nacional ha señalado que en el 2008 se contabilizaron 249 familias solicitantes de adopción y hubo 4 autos de adopción y 16 acogimientos preadoptivos y de la adopción internacional ha indicado de los 74 menores adoptados en Navarra 16 procedían de China, 14 de Rusia, 11 de Etiopía, 10 de Perú, 10 de Ucrania, 5 de Brasil, 3 de Colombia, 2 de Bolivia, 2 de Kazajstan y 1 de India.

Dentro del programa de acogimiento residencial, "el recurso de mayor impacto institucional, a la par que el de mayor coste económico y el que se utiliza más restrictivamente, fueron asistidos un total de 387 menores.

En el 2008 además se ejecutaron 273 medidas judiciales en medio abierto, a las que hay que añadir otras 53 que continuaban del 2007, y entre ellas destacan 86 de libertad vigilada, 99 de servicios en beneficio de la comunidad y 56 tareas socioeducativas.

Al respecto la consejera ha precisado que Navarra cuenta con un centro de menores para el cumplimiento de estas medidas judiciales que cuenta con diez plazas y en estos momentos se está construyendo un nuevo centro con capacidad para veinte plazas con una inversión de 6 millones de euros.

En 2008 además se realizó la valoración de 35 familias con 48 menores para "despistaje de posibles situaciones de abuso sexual y maltrato grave" con el resultado de 9 casos de abuso sexual que afectaron a 13 menores y se trabajó con 26 casos desde la vertiente terapéutica.

La consejera ha detallado además los resultados del programa desarrollado con los diez menores que fueron acogidos a través de un acuerdo con la Comunidad de Canarias y ha resaltado "los buenos resultados obtenidos".

En este sentido ha pedido "responsabilidad" a los grupos parlamentarios a la hora de pedir un incremento del número de jóvenes acogidos, ya que "sería fácil pedir que vengan más, pero difícil conseguir buenos resultados".

La necesidad de formar a los profesionales que atienden a estos jóvenes y garantizar sus condiciones laborales, así como apoyar a las familias que les acogen, extender los servicios a toda la comunidad y atender las necesidades específicas de quienes presentan problemas de salud mental han sido algunas de las cuestiones en las que han incidido los portavoces parlamentarios. EFE

Tortosa: «Estos niños son muy agradecidos»

 
16.02.09 - M. F. J. | MURCIA
 
Cuando un niño llega al centro de acogida lo hace con muchas carencias. Diego Tortosa, director de los tres de Santo Ángel, lo sabe muy bien. «Son tímidos, no aceptan caricias del adulto, hacen gestos de defensa...». Una situación que cambia radicalmente después de haber pasado por el programa de ayuda. «Estos niños son muy agradecidos».
Y es que cuando el autocontrol de los padres es inexistente y las situaciones se complican, la única manera de proteger a estos menores es acogerlos y ofrecerles toda la ayuda posible. «Ellos son conscientes del problema que tienen en sus familias, pero cuando ven que tienen cariño cambian su actitud radicalmente».
En el centro de acogida de La Albatalía conviven 18 menores. Al menos cuatro niños, dos parejas de hermanos, van a pasar a acogimiento. «Si las condiciones familiares cambiasen, pero sabemos que va a ser muy difícil, eso no se ejecutaría».
Por eso, el trabajo psicológico con los niños es fundamental. «Se necesita profesionales muy cualificados porque tratamos con casos muy complicados».

Un total de 293 menores fueron adoptados por familias valencianas en 2008

 
Un total de 293 menores fueron adoptados por familias valencianas durante el pasado año, de los que 176 correspondieron a la provincia de Valencia, 139 a la provincia de Alicante y 33 a la provincia de Castellón, según indicó el vicepresidente y conseller de Bienestar Social, Juan Cotino, quien aseguró que el total de las adopciones en la Comunitat se ha elevado a 4.994 desde el año 1997.
 
De las 293 adopciones realizadas el pasado año, 87 consistieron en adopción nacional y 206 en adopción internacional. Cotino destacó que las adopciones internacionales han disminuido respecto al año anterior, un dato que atribuyó a la "ralentización" de los procesos que se han dado en China durante el pasado año y a los nuevos criterios de selección de familias solicitantes, que se han vuelto más restrictivos. Estos criterios, que entraron en vigor en mayo de 2007, se establecieron como consecuencia del número creciente de solicitudes de adopción recibidas.

De este modo, mientras que las 174 adopciones de menores procedentes de China constituían el 55,9 por ciento de las adopciones internacionales en 2007, durante el pasado año descendieron a más de la mitad, con una cifra de 81. No obstante, este país sigue ocupando el primer lugar en las adopciones constituidas, seguido de Rusia con 44, Etiopía con 39 y Colombia con 24.

El vicepresidente señaló que entre 1997 y 2008 se adoptaron 3.772 niños correspondientes a la adopción internacional y 1.222 de adopción nacional en toda la Comunitat. Según indicó, esta cifra "supone que la paternidad adoptiva ya no es un hecho anecdótico en la región y que las personas adoptadas no constituyen una excepción, sino que su presencia ha adquirido cierta relevancia".

Del mismo modo, subrayó "el interés de la Conselleria por estar cerca de las familias adoptivas, así como su compromiso por favorecer su bienestar y su satisfacción, participando en su proyecto de paternidad".

Además, Cotino indicó que en los últimos años, el departamento de Bienestar Social "ha optimizado los procedimientos administrativos, ha desarrollado nuevos programas técnicos y ha editado manuales y folletos informativos, tanto de carácter divulgativo como profesional", y recordó que la Generalitat también "ha impulsado cursos especializados y ha implantado recursos especializados para atender adecuadamente a las familias adoptantes, a través del Servicio de Apoyo a la Familia Adoptiva".

ECAI

En relación con las adopciones, la mayoría de familias de la Comunitat piden que su solicitud sea tramitada en el país de origen del niño, mediante la intervención de alguna Entidad Mediadora en Adopción Internacional (ECAI) acreditada en la región. Así, del total de las 203 adopciones internacionales constituidas durante el pasado año, cerca del 90 por ciento fueron tramitadas a través de ECAI y un 10 por ciento por Entidad Pública.

El titular de Bienestar Social, Juan Cotino, aseguró que esta preferencia obedece a que las entidades "proporcionan un alto grado de apoyo a las familias solicitantes de adopción". Las ECAI tienen representantes en los países de origen de los niños que asisten a las familias, tanto en la tramitación administrativa del expediente en el país extranjero, como cuando la familia realiza el viaje para recoger al menor.

Cotino aseguró que la acreditación de estas entidades ante los países de origen de los niños y ante la administración valenciana "hace que su actividad esté regulada y supervisada, lo que redunda a favor de la seguridad de los procedimientos y supone un respaldo importante para las familias", señaló.

La tramitación por Entidad Pública supone que gestiones como la traducción o legalización de documentos han de ser resueltas por el propio solicitante. Cuando intervienen las entidades de mediación, éstas asumen tales funciones y se ocupan también de la remisión del expediente a las autoridades competentes del país de origen. Además, la ECAI recaban información periódica de sus representantes sobre el estado de la tramitación, además de recibir la información sobre el menor que deben conocer los solicitantes cuando hay una propuesta de asignación.

Entre sus funciones también se encuentra la de informar y asesorar a los interesados sobre las condiciones de la adopción en los países con los que trabajan. Además, se aseguran de que se cumplan los requisitos para que el menor pueda ser trasladado a España y la adopción sea válida en este país. Según concluyó el vicepresidente y titular de Bienestar Social, Juan Cotino, "los solicitantes ven facilitada su tarea y se sienten más acompañados con la presencia de la ECAI".

Migraciones con cara de niño

 
La llegada a España de menores extranjeros no acompañados «lejos de ser el fin de su aventura, puede suponer el comienzo de un penoso calvario»
 
MANU MEDIAVILLA | COLPISA. MADRID
 
«Niños y adolescentes están sustituyendo al padre y la madre en la estrategia migratoria» de muchas familias que viven al sur del Estrecho, «la frontera más desigual del mundo» entre la pobreza africana y la riqueza europea. Lo apunta Isabel Lázaro, directora del Encuentro sobre Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) celebrado esta semana en la Universidad Pontificia Comillas. Para Lázaro, la llegada a España de esos chavales, lejos de ser «el final de su aventura migratoria, es en muchos casos el comienzo de un penoso calvario» por la tensión entre legislación de extranjería y obligaciones internaciones de protección de la infancia.
De hecho, advierte la profesora de Derecho Internacional Privado y directora de la Cátedra Santander de Derecho y Menores, ni las normas jurídicas ni el sistema de protección han sido capaces de ofrecer una respuesta eficaz a una realidad que, a falta de un Registro centralizado, ni siquiera ofrece datos oficiales fiables.
Aunque las estimaciones sobre el colectivo son difíciles por su movilidad y reticencias a identificarse, Beatriz Moroy, alumna colaboradora de la Cátedra, cifra entre 3.000 y 5.000 los menores solos en España, la mayoría repartidos entre Canarias, Andalucía, Madrid y Cataluña. Su perfil es cada vez más diverso. Y se sabe que hay un grupo muy vulnerable y casi «invisible» de menores, sobre todo niñas, víctimas de las redes y mafias de prostitución.
Desamparo y movilidad
«No sabemos cuántas chicas son, pero las hay, y pasan por mayores», añade Bartolomé Martínez, asesor responsable del Área de Inmigración del Defensor del Pueblo. La determinación de la edad -habitualmente con una radiografía de muñeca y parte del brazo- es clave en el ámbito de estos chavales, porque los menores quedan bajo el manto protector 'sin fronteras' de la Convención de Derechos del Niño. En España, el Ministerio Fiscal los pone a disposición de los servicios de protección de las comunidades autónomas, y de ahí la inquietud del experto por algunos casos de chicos y chicas internados junto a mayores de edad cuando «era evidente que eran menores», aunque prefirieran ponerse años para no separarse del grupo con el que llegaron.
Una medida decisiva es la declaración de desamparo, obligatoria cuando el menor se encuentra solo y sin asistencia de un adulto responsable de él. Pero no siempre se aplica con diligencia. Algunas comunidades, señala Lázaro, optan por «figuras intermedias de atención inmediata», que aseguran sus necesidades básicas pero lo dejan en cierta precariedad legal y le privan de la necesaria protección, ya que el desamparo conlleva la tutela automática de la Administración Pública y el consiguiente impulso a su integración social. La atención inmediata, coincide Julieta Moreno-Torres desde la Oficina malagueña del Servicio de Protección de Menores andaluz, crea una «especie de ficción jurídica» protectora -falta un tutor legal- que puede prolongarse. A su juicio, la falta de identificación no debería ser excusa para aplazar el desamparo.
El escenario de los menores extranjeros no acompañados se hace más complejo por su movilidad, en busca, como dice Lázaro, del «sistema autonómico que les protege mejor». Al faltar cauces para ese vaivén, surgen situaciones confusas como la permanencia de su tutela en la comunidad «de origen», y se produce una sobrecarga de los servicios de protección en zonas distintas de las de mayor presión migratoria. En cuanto a recursos, predomina absolutamente el acogimiento residencial, a veces en centros especializados, y rara vez hay propuestas para su acogimiento familiar. Pocos tienen familiares en España, y aún menos que estén dispuestos a acogerlos y puedan asumir esa tarea.

La Junta anima a acoger a menores con discapacidad o problemas de salud

 

El programa de acogimiento familiar, que se realiza en colaboración con Cruz Roja, cumple 20 años y estrena campaña

A.G. / Burgos

Los menores con alguna discapacidad física, psíquica o sensorial, con problemas emocionales o de salud o con varios hermanos son los que menos posibilidades tienen de beneficiarse de un acogimiento familiar, una fórmula que ya ha cumplido veinte años en Castilla y León y gracias a la cual los niños que deben separarse de sus padres por diferentes motivos pueden optar a vivir en un entorno familiar y no en un centro.
Por eso, la gerente regional de Servicios Sociales, Milagros Marcos, animó ayer a que se conozca este sistema de protección a la infancia y se apueste por una experiencia que resulta tan gratificante para estos niños como para las familias acogedoras. En este sentido, recordó el caso de una de ellas que ha acogido a varios niños con discapacidad intelectual, «en un enorme ejercicio de generosidad y solidaridad».
Marcos presentó ayer, junto al presidente de Cruz Roja en Burgos, Enrique Lorente, la nueva campaña de acogimiento familiar que lleva el lema 'Necesito tu atención unos segundos para que me la prestes unos días'. Se trata, como explicaron, de encontrar hogares en los que los menores que necesitan separarse de sus familias por problemas puntuales puedan disfrutar de un ambiente más cálido del que pueden ofrecer los centros.
Puede acoger cualquier persona o núcleo familiar «que se sienta con ganas e ilusión de hacer sitio en su hogar a uno o varios niños», según indicó Marcos y no es necesario ajustarse a ningún perfil sino que sirve cualquier edad, estado civil o posición socioeconómica. Además, se le ofrecerá un asesoramiento completo que incluye formación, apoyo técnico, económico y de emergencias y cualquier otro que pudiera precisarse.
En 2008 se realizaron en Castilla y León 682 acogimientos. De ellos, 83 se hicieron en Burgos en las dos modalidades: 47 en familia extensa (denominación que se da a abuelos, tíos u otros familiares de los niños) y 36 en familia ajena. El 75% de los casos son niños mayores de 6 años y solo el 18% de los acogimientos son de menores con características especiales.
Las personas interesadas pueden dirigirse a la Asamblea Provincial de Cruz Roja, entidad que colabora en este programa; a la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta o llamar al teléfono 902 106 060.    

     

    miércoles, 11 de febrero de 2009

    «Sólo tenemos los problemas propios de un hogar con tres hijos»

     
    08.02.09 - M. B. | LOGROÑO
     
    Esta pareja de najerinos se volcó en el proceso de acogimiento familiar de una niña impulsada por su hija pequeña, compañera de la menor en el colegio y que, preocupada al ver que su amiguita había dejado de asistir a clase por un periodo prolongado, instó a su madre, Nuria, a que se enterara de lo que sucedía.
     
    -Muy afectada tuvo que ver a su hija para entrar de lleno en la investigación del paradero de su compañera. ¿Resultó difícil encontrarla?
    -Mucho. Al principio pensamos que pertenecería a una familia de temporeros que se habría desplazado a otro lugar. Me sorprendí mucho cuando supe que estaba bajo la tutela de los Servicios Sociales y traté de no perder el contacto. Pero resultaba difícil.
     
    -¿Y consiguieron verla?
    -Sí, a fuerza de ir a un sitio y a otro obtuvimos alguna visita. Pero si no te implicas en más, estas visitas pueden ser perjudiciales.
     
    -Y hay que tomar la gran decisión.
    -En efecto, así que nos prestamos al acogimiento y entramos en todo el proceso de valoración, que resulta un camino bastante difícil. Nosotros teníamos dos niñas: una de siete años, que es la que comenzó todo esto, y otra con un año menos. Ahora mismo las tres niñas se llevan seis meses entre ellas, así que son una piña.
     
    -¿Y cómo fue la adaptación?
    -A veces tiene altibajos, como es natural, pues la niña viene de un ambiente duro. Pero, por lo demás, los conflictos domésticos son los habituales de un hogar con tres hijos. A ella le cuesta estudiar y no admite muy bien la disciplina, pero poco a poco vamos inculcando en ella lo necesario.
     
    -¿Qué se siente cuando la lleva a visitar a su madre?
    -Por un lado, voy motivada, pero a veces me siento la 'segundona', aunque no sea así. Cuando veo de nuevo a la niña, lo supero todo.

    Madre dos horas al mes

     
    OLIVIA CARBALLAR - ALMERÍA - 06/02/2009 23:00

    Vivien Adun viaja en autobús desde Almería hasta Madrid. Tras siete horas de trayecto, se dirige en metro a la Avenida de América. Allí se sube a otro autocar con destino a Guadalajara, donde la espera su hijo, en un punto de encuentro. De allí, al rato, vuelta a casa: de Guadalajara a Madrid y de Madrid a Almería. Vivien se sabe el recorrido de memoria. En total, son dos días de camino que repite cada mes para estar con su hijo un par de horas.

    Éste es el régimen de visitas establecido por un juez de Guadalajara, que autorizó el acogimiento permanente del niño, de 6 años, por una familia. La Audiencia Provincial acaba de confirmarlo y Vivien ha formalizado un recurso de casación al Supremo. La Junta de Castilla-La Mancha se hizo cargo del menor cuando este tenía 3 años porque la madre no podía darle el cuidado necesario. La mujer, de nacionalidad nigeriana, se quedó en la calle tras denunciar a la red de prostitución que la trajo engañada a España. No tenía trabajo, ni papeles, y había agotado el tiempo de permanencia en las casas de acogida.

    Una vida diferente

    Su situación es ahora radicalmente distinta. Trabaja desde hace más de un año como cuidadora de una mujer mayor en Almería, tiene papeles y una casa digna donde vivir. "Deseo recuperar a mi hijo; soy su madre, la vida me puso una zancadilla, pero superé todo lo malo. Mi vida ya cambió", afirma desconsolada.

    Vivien supo que estaba embarazada sólo unos días antes de emprender su viaje a España desde Nigeria. Recorrió a pie la mayor parte del camino desde Edo State a la capital, Níger. De Níger pasó a Malí. De Malí, a Argelia. Y de Argelia saltó a Marruecos. Allí, ayudada por sus compañeras de viaje, dio a luz a su hijo. Y con su bebé y 35 personas más se subió a una patera.

    "Pasé mucho miedo, sabía que mi hijo y yo podíamos morir durante el trayecto, pero ya no había marcha atrás", explica. Nueve horas y media después, llegaron a Algeciras, donde les esperaba la mafia. Era el 14 de septiembre de 2002. "Pagaron 2.000 euros por mí y por mi niño al padre de mi hijo, que me engañó y estaba en complot con la mafia aquí en España", relata. Malvivió como pudo, sin dinero, con amenazas de muerte. Hasta que denunció a la red que le obligaba a prostituirse y comenzó a deambular, siempre junto a su hijo, de casa de acogida en casa de acogida.

    Desde Andalucía a Castilla-La Mancha. Aquí fue donde intervinieron los servicios sociales. El niño no podía seguir viviendo en esas condiciones. "Me echaron de la última casa de acogida y me dijeron que me pagarían un hostal; yo les pregunté que cómo iba a vivir con mi hijo así, y entonces me lo quitaron", lamenta.

    En un momento de desesperación, mientras se calentaba con un fuego en la calle, comenzó a apagarlo con los pies. La herida se le infectó y tuvieron que amputarle los dedos. "Yo chillaba de dolor en el hospital, y para que me callara me pegaban en la cabeza, con el suero puesto; la vida me ha tratado mal por ser inmigrante, ¿cuántas pruebas más tengo que superar?", denuncia. Una prótesis para poder caminar con normalidad le costaría unos 6.000 euros.

    Un poco de luz en el camino

    El calvario de Vivien comenzó a menguar cuando la recogieron las monjas Oblatas en Almería. Ahí comenzó a recibir la ayuda de la asociación para la atención integral a mujeres en situación de riesgo (Aimur), que ha luchado todo este tiempo por sacarla de la pesadilla que estaba viviendo. "Trabajamos con Vivien desde hace más de dos años, y creemos que está perfectamente capacitada para cuidar de sí misma y de su hijo", afirma Mercedes Díaz, representante de la asociación. La mujer a la que cuida, Consuelo, también da fe de ello: "Es una mujer muy luchadora, que ha sufrido mucho en esta vida y ojalá le devuelvan a su hijo, porque se lo merece más que nadie", asegura.

    El párroco Alfonso Sola secunda sus palabras: "Siempre que ha venido a la Iglesia me ha dicho: Pídale a Dios para que pueda recuperar a mi hijo. Ha superado todas las dificultades, con el añadido, además, de que es inmigrante. En el pueblo, todos la tratamos como una más".

    Eloy González, un vecino, ha dado su firma para que le devuelvan al niño. "Atiende a su trabajo, es una chica normal; si gente con menos recursos tiene hijos, ¿por qué no los va a tener ella?", dice.

    Una resolución judicial

    Según la Consejería de Salud y Bienestar Social de Castilla-La Mancha, en este caso existe una resolución judicial que ordena el paso del menor a la situación de acogimiento permanente, por lo que "cualquier otra decisión al respecto solamente puede tomarla el juez o el tribunal correspondiente".

    La Consejería destaca, asimismo, que todas las decisiones adoptadas en relación con este caso "han sido determinadas conforme a los informes de los expertos que, como en todos los casos que afectan a menores, tienen como único objetivo preservar el interés del niño". Si la madre no está de acuerdo, añade la Junta manchega, está en su derecho de recurrir.

    Esa es la batalla que libra ahora Vivien, que cuenta los días para ver a su hijo unas horas: "Salvé a mi niño de la pobreza, pero no pude evitar que se lo tragara España".

    Más facilidades para adoptar

     
    Josep Playà Maset | Barcelona | 26/01/2009 | Actualizada a las 03:31h | Ciudadanos
     

    La nueva ley de la Infancia que el Govern de la Generalitat tiene previsto aprobar en los primeros días del mes de marzo pretende reforzar los derechos y las oportunidades de los menores de edad. Como principales novedades, la ley crea nuevas figuras de acogida para niños desamparados, reduce el tiempo de las familias biológicas para recurrir y mejora la protección contra los malos tratos. Sin olvidar el punto que hasta ahora ha provocado más polémica: el derecho a decidir sobre el aborto de las menores de 18 años.

    Los 165 artículos, 5 disposiciones adicionales, 2 transitorias, 1 derogativa y 6 disposiciones finales del anteproyecto de ley de la Infancia, redactado por el Departament d´Acció Social i Ciutadania, van encaminados a actualizar la normativa con las nuevas circunstancias sociales, a unificar la legislación vigente y a la visualización del niño como sujeto de derechos.

    Acogida permanente y profesionalizada. La nueva ley crea dos nuevas tipologías de acogida. Aparece la acogida permanente, cuando se prevé que el desamparo del menor será casi definitivo pero la preadopción - paso previo a la adopción-no es posible o no es la medida más favorable. Ejemplo: los abuelos no pueden adoptar a los nietos. pero sí tenerlos en acogida permanente. O el caso de menores de más de 12 años que quieren mantener el lazo con uno de los padres pero al mismo tiempo desean estar con otra familia en acogida.

    Por otro lado, se crea la acogida en unidades convivenciales especializadas, formada por personas especialmente cualificadas en razón de su profesión. Se tendrá en cuenta que tengan una fuerte capacidad educativa con años de experiencia y/ o que provengan de los campos del magisterio, la pedagogía, la enseñanza o los trabajos sociales. También se mantiene la acogida simple, cuando el desamparo es transitorio y el menor puede retornar con la familia biológica.

    Menos opciones para los padres biológicos. La ley actual es muy permisiva con los padres biológicos, de tal modo que estos podían obstruir determinadas preadopciones al no existir unos plazos fijos. Ahora la ley establece que una vez que se declara el desamparo de un menor, la familia biológica dispone sólo de tres meses para recurrir. Si se opone, deberá decidir un juez, y de lo contrario, la decisión será ya firme. En el caso de oponerse a otras medidas, como la acogida en preadopción, la familia biológica dispondrá sólo de dos meses. Actualmente, si los padres se oponen a una acogida preadoptiva, se debe tramitar por la vía judicial, y los padres biológicos, en caso de perder, pueden recorrer en segunda instancia. Los procesos pueden alargarse años y años, con la inseguridad que ello genera a los padres adoptantes. Ahora, la preadopción se acordaría por resolución de la Administración sin necesidad de consentimiento de los progenitores.

    Malos tratos. El anteproyecto prioriza las medidas administrativas y judiciales para que en caso de maltrato familiar a un menor sea el presunto maltratador quien abandone el domicilio familiar y no el menor. Actualmente, en muchos casos de malos tratos a un menor, es este quien va a un centro de acogida, se aleja del domicilio familiar y pasa a estar tutelado por la Administración, lo cual supone una doble victimización. En esa misma línea de evitar una doble victimización, se señala la validez de las pruebas anticipadas, aquellas declaraciones por medios audiovisuales en que se denuncia un maltrato, o de las primeras exploraciones. También se establece que la Generalitat se podrá personar como acción popular en casos de muerte o malos tratos graves en cualquier lugar. Se crean además servicios de atención inmediata en relación con el maltrato infantil, se dota de recursos telefónicos y telemáticos para facilitar una actuación inmediata y para proponer si hace falta medidas cautelares.

    Ablación. Se establecen medidas para tratar la mutilación genital femenina, para evitar el riesgo e incluso para superar los daños causados a esas niñas.

    Capacidad de decidir sobre la maternidad

    La nueva ley también regula "la capacidad de decidir sobre la maternidad". Esta frase, pronunciada el pasado martes en la subcomisión de la Infancia del Parlament por la secretaria de Infancia y Adolescencia, Imma Pérez, levantó una auténtica polvareda. Más que ese enunciado se trata de lo que viene detrás: en el anteproyecto se reconoce a las chicas de 16 a 18 años capacidad para decidir sobre el aborto en los tres supuestos que permite la ley. Y en el caso de las menores de 16 años, si hay discrepancias entre la voluntad de la chica y la de los padres, será un juez el que decida.

    La propuesta surge del comité de expertos que redactó las bases de la nueva ley y en este punto recoge también las recomendaciones del informe presentado el pasado mes de abril por el observatorio de Bioética y Derecho de la Universitat de Barcelona. Albert Royes, secretario de la comisión de Bioética de la UB, explicaba a este diario que entre sus recomendaciones para lo que debe ser la nueva ley del Aborto se decía que entre los 16 y los 18 años sea la mujer la que decida lo que quiere hacer, sin que los padres o tutores manden, y que de los 12 a los 16 sea la menor la que tome la decisión, pero de acuerdo con sus progenitores.

    En caso de desacuerdo, deberá haber un mediador que intente alcanzar el consenso. "El término mediador es genérico, puede ser un asistente social, un psicólogo o un juez", precisa. Royes destaca que esta norma "no está pensada únicamente para favorecer el aborto sino la libertad de la menor. Podría darse el caso de unos padres que quisieran que ella abortase y fuese la menor partidaria de tener el hijo".


     

     

    Niños desamparados esperan por un hogar debido a la escasez de familias de acogida

     

    maría lópez
    La solidaridad también está en crisis. En la actualidad, trece menores en la provincia de Pontevedra están a la espera de un hogar debido al número insuficiente de familias que participan en el programa de acogimiento de Cruz Roja. La entidad colabora con Vicepresidencia en la protección de niños y adolescentes que se encuentran bajo una medida de protección jurídica o administrativa por haber sido víctimas de algún problema en su hogar, abandono, abuso o maltrato.
    Se trata de menores que pasaron por una situación de desamparo y que hoy residen en un centro de protección. Aunque no siempre es así. "Hemos tenido casos en los que el niño está esperando por un hogar al cuidado de su familia biológica", reconoce la trabajadora social de Cruz Roja que se encarga del proyecto, Laura Zamorano, quien matiza que cuando se produce esta coyuntura "se les da prioridad para acceder al seno de una familia de acogida porque están en una situación de riesgo".
    El número de personas dispuestas a hacerse cargo de un menor no ha descendido en los últimos meses. El problema radica en que cada vez son más los niños que necesitan de una familia ajena a la de origen para poder subsistir, según informan desde Cruz Roja. En estos momentos, su principal cometido es el de encontrar núcleos familiares para bebés de 0 a 3 años. "Pocas familias están dispuestas a hacerse cargo de ellos porque necesitan mucha atención; normalmente la gente prefiere niños ya escolarizados", explica Zamorano.
    Abandono de recién nacidos
    Los abandonos se producen normalmente en niños recién nacidos. Los padres firman un escrito de renuncia y la Xunta asume directamente la tutela del pequeño. La intención de Cruz Roja y de Vicepresidencia es fomentar la acogida (sobre todo en niños con edades tan tempranas) en detrimento de los centros de protección, para que los pequeños tengan así una figura paterna o materna, aunque nunca será estable. El tiempo máximo que unos padres de acogida pueden estar con el menor es de dos años. Se trata de que los niños regresen a su hogar de origen en cuanto se solucionen los problemas familiares, aunque este objetivo no siempre se logra. En este caso, tras la estancia con la familia acogedora, el menor se traslada a un hogar preadoptivo.
    Existen cuatro modalidades de acogimiento. La más común es la de convivencia plena. Las otras opciones son hacerse cargo sólo durante el día (el menor vuelve a casa de su familia biológica cada tarde), durante los fines de semana y vacaciones, y acogimiento de urgencia (no se prolonga durante más de seis meses y se produce mientras se valora la situación de su hogar de origen). Veinticuatro familias acogen en la actualidad a 29 menores de toda la provincia y ocho hogares se hacen cargo de trece en Vigo. Pero no es suficiente. Cruz Roja urge más personas solidarias que deseen cuidar de un niño sin hogar.
    Vicepresidencia aporta 220 euros al mes por menor
    El Gobierno gallego, a través de Vicepresidencia da Igualdade e do Benestar, subvenciona el cuidado de los menores que están bajo su tutela. En el caso de las familias que se prestan voluntarias para acoger en sus casas a un niño o adolescente en situación de desamparo, éstas reciben 220 euros al mes para mantener a menores de entre 1 y 18 años. Si los padres acogen a un bebé que no supera el año, la cuantía asciende a 500 euros mensuales.
    Desde Cruz Roja insisten en que no importa tanto el nivel económico de las personas que participan en el programa como su motivación, disposición a ayudar y a ofrecer un hogar equilibrado, cariñoso y dispuesto a implicarse en la educación del menor, ya que éste normalmente se encuentra en una situación de inestabilidad y carencias, a veces víctima de malos tratos y con una autoestima muy dañada. Por otro lado, las actividades de formación son muy importantes dentro del proceso de acogimiento. Los padres "adoptivos" acuden a sesiones de encuentro con otras familias, donde comparten diversas experiencias sobre los niños que tienen a su cargo.



     
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