lunes, 23 de febrero de 2009

Las familias asturianas afirman que ya es tan difícil adoptar fuera como en España

 
Oviedo,
Elena FERNÁNDEZ-PELLO
La adopción internacional ha entrado en recesión. En los últimos años uno de cada cinco niños adoptado en España recalaba en brazos de su nueva familia desde otro país. En Asturias la mitad de las adopciones eran internacionales, según Joaquín García, presidente de la Asociación de Adoptantes Asturianos (Asturadop). Pero en 2008, afirma, la adopción nacional y la internacional se han equiparado.

En 2007, el último año del que existen datos oficiales del Instituto Asturiano de Atención a la Infancia, la Consejería de Bienestar Social dio en adopción 17 niños españoles y 43 llegados de otros países. Ese año se recibieron 124 solicitudes de adopción. En la actualidad, según Asturadop, 90 familias esperan el certificado de idoneidad y algo más de trescientas están pendientes de la asignación de un niño.

La bonanza económica ha acabado, los requisitos para adoptar a un menor de otro país se han endurecido y el tiempo de espera se ha alargado. «Auguramos un descenso en el número de solicitudes de adopciones internaciones en los próximos años y un crecimiento de la adopción nacional», adelanta Joaquín García, avalando esa declaración con una relación de datos: en Galicia las adopciones han caído un 25 por ciento, en la Comunidad Valenciana han descendido un 56 por ciento las adopciones en China y en Canarias las adopciones nacionales se duplicaron en un año.

«El 55 por ciento de las adopciones internacionales en España se realizan en Rusia y China. En Asturias están abiertas las adopciones en diez países distintos y sin embargo el 95 por ciento de los niños que llegan vienen de esos dos países. Estos países han mejorado económicamente, invirtiendo en medidas de protección a su infancia, así que se dan menos niños en adopción», explica el presidente de Asturadop.

Joaquín García recuerda que la adopción es una herramienta de protección de los menores, nunca un derecho de las familias. Que los niños puedan crecer junto a sus familias biológicas en sus países de origen no será nunca un problema, aunque dificulte la adopción. «Las familias no tenemos derecho a adoptar, es el menor el que tiene derecho a una familia. Cuando los aspirantes a una adopción hemos sido exigentes, no ha sido para pedir un niño, sino para que nos trataran bien en el plano administrativo», comenta el representante de los padres asturianos. Va incluso más allá y plantea: «Éticamente, ¿tenemos que buscar nuevos países para adoptar o ayudar a esos países a mantener a sus niños?».

Hay otra cuestión que desanima a los adoptantes. Los tiempos de espera se han hecho tan largos que muchas familias se quedan por el camino. La adopción nacional tiene unos tiempos de espera que rondan los ocho años y en algunas comunidades la adopción ha estado cerrada durante mucho tiempo, como en el caso de Madrid.

Si muchas personas buscaban a su hijo fuera de España era porque confiaban en acortar la espera, pero eso está cambiando. «En 2005 las adopciones en China tardaban ocho meses. Ahora están tardando tres años y medio o cuatro, y aumentando. China ya no admite familias monoparentales, ha establecido nuevas condiciones de renta y patrimonio de los adoptantes, y otros requisitos más curiosos como que no pueden ser obesos», explica Joaquín García, y aclara que esta última exigencia va dirigida a los estadounidenses, que con edades avanzadas adoptaban masivamente en China. En otros países, como Rusia, se ha promovido la adopción interna y, además, quienes esperan por un niño ruso se las tienen que ver con la burocracia del país, una federación de estados, cada uno con su propia regulación.

La inversión que requiere una adopción internacional, tanto afectiva como económica, tampoco es despreciable. La primera es incuestionable y la segunda inasumible para muchas familias. «Supera los 18.000 euros, incluidos trámites, viajes, donativos? y en Rusia llega a los 40.000», según García.

Ante este panorama, el presidente de Adoptastur aconseja a quienes estén pensando en adoptar un niño que agoten todos los recursos y opten por la doble vía, solicitando la adopción nacional y la internacional. «Los tiempos de espera se van a igualar», anuncia, porque el número de niños que puedan ser adoptados va a ser similar en España y en el resto del mundo.

Solicitudes y asignaciones

El Principado dio en adopción 17 niños españoles y 43 extranjeros en 2007. Ese año se habían cursado 124 solicitudes de adopción.

En la actualidad, en Asturias hay 90 familias esperando el certificado de idoneidad y más de 300 están pendientes de la asignación de un niño.

En España el 55 por ciento de las adopciones internacionales se realiza en Rusia y China. Asturias mantiene convenios de adopción con una decena de países, pero el 95 por ciento de los niños adoptados en la región llega desde esos dos países.

En la última década la quinta parte de los niños adoptados en España llegaba de otros países. En Asturias era la mitad.

La espera

Una adopción nacional puede llegar a suponer ocho años de espera. Para adoptaren China hay que esperar cuatro años.

El precio

Una adopción internacional cuesta como mínimo 18.000 euros, incluidos trámites, viajes y otros gastos. En Rusia, adoptar un niño puede llegar a costar hasta 40.000 euros.

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