Una esperanza para el futuro

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La Ribera
El niño de El Salvador acogido por una familia de Ontinyent recibe el alta tras una intervención en el Hospital la Ribera
11.05.08 -
ANA CASANOVA
ONTINYENT
Joaquín es un niño de El Salvador huérfano, de nueve años, que fue acogido por un familia de Ontinyent hace cinco meses. Esta semana ha recibido el alta en el Hospital Universitario de la Ribera tras una intervención.
El pequeño sufría problemas de aprendizaje, de atención y de comportamiento, entre otros muchos aspectos, y necesitaba el cambio de un catéter cerebral a causa de un problema de hidrocefalia. Por este motivo, la oenegé Mensajeros de la Paz decidió traerlo a España para así mejorar su calidad de vida tras esta operación.
Asimismo, el menor presenta problemas de movilidad en las extremidades, aunque dada la peligrosidad y las complicaciones de la operación, los médicos han decidido no operarle, ya que en su país no disponen de los mismos medios que España para su posterior rehabilitación.
Joaquín ha vivido estos cinco meses con su familia de acogida que le ha dado el mayor cariño y atención posible, y aunque la intención era escolarizarlo desde el primer día, según señaló uno de los miembros de la misma, "intentamos que fuera al colegio para que no perdiese el hábito de estudio, y después de más de dos meses detrás de escolarizarlo, no obtuvimos respuesta por parte de ningún centro educativo de Ontinyent. Por ello, ha sido imposible que fuera a la escuela y hemos sido nosotros los que nos hemos encargado de que realizase deberes cada día".
A pesar del cuidado recibido por la familia, "el pequeño hubiera podido ser operado antes, si no hubiera sido por las trabas administrativas, sanitarias y de los servicios sociales que han ido poniendo a lo largo de estos meses. Aún a día de hoy, y después de haber solicitado infinidad de veces la tarjeta sanitaria seguimos esperándola. Creo que ha faltado mucha humanidad en todos los aspectos", lamentó.
En este sentido, el miembro de la familia apuntó que cuando "pensamos en traer a España a Joaquín, creíamos que todo iba a ser más fácil, pues todo ha ido muy lento. Podía haber transcurrido con mayor rapidez si no hubiera sido por la dejadez y la falta de interés de los políticos tanto de Ontinyent como de Alzira, además de los que se interesaron durante los primeros días".
Ante esto, puntualizó que los cargos políticos "primero se mostraron muy entusiasmados por el tema, como se suele decir se hicieron la foto, y después ya no hemos vuelto a tener noticias suyas. Realmente creo que pueden hacerse muchas más cosas en todos los ámbitos, aunque en este caso no ha sido así"."Pides un favor para un niño que realmente lo necesita, para una operación, para la escuela y para otros muchos derechos de los más desfavorecidos -subrayó este portavoz- y no recibes la atención necesaria ya que no les aporta ningún beneficio. He llamado a todas las puertas posibles, contra viento y marea y al final te cansas de que todo el mundo te dé la espalda", destacó el mismo.
El presidente de la oenegé, el padre Ángel García, explicó que ha sido "la familia, principalmente, quien se ha ocupado de todos los trámites para la operación y me gustaría agradecerles de todo corazón lo que han hecho por Joaquín, ya que gracias a ellos podrá tener una mejor calidad de vida".
En cuanto a los meses de espera, manifestó que todas "las puertas a las que hemos llamado han respondido, más tarde o más temprano. En ocasiones hay que insistir mucho".