miércoles, 28 de mayo de 2008

La Junta le quita los tres hijos a una joven maltratada a la que crió -Actualizada 28/05/08

http://www.abcdesevilla.es/20080528/andalucia-andalucia/junta-asegura-hijos-sara_200805281224.html

La Junta no explica el motivo de la retirada de los tres hijos de Sara Casas
ABC. GRANADA
La consejera deIgualdad de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro, afirmó hoy que los tres hijos de Sara Casas que les fueron retirados cuando ésta se encontraba en un centro de acogida para mujeres maltratadas están en situación de acogimiento, no de preadopción o adopción, y, aunque por ahora no pueden volver con su madre, por recomendación de los profesionales, se espera que puedan hacerlo en unos meses.
Navarro señaló que, para preservar el secreto y los derechos fundamentales de los menores, no puede revelar ciertos detalles que han llevado a los equipos de tratamiento a valorar la retirada de los menores a su madre que "no ha perdido a sus hijos", según incidió.
"Nadie tiene más interés que nosotros, porque en ese sentido estamos trabajando todos los días, de que los menores vuelvan con su madre biológica; esa es la intención siempre que se toma alguna medida de protección, que vuelvan con su familia biológica o con su familia extensa. Sólo en los casos en los que no es posible que vuelvan se toma alguna otra medida como puede ser la adopción, que no es el caso de estos niños. Nada me satisfaría más que dentro de unos meses esos menores puedan volver con su madre", aseguró.Pasó su infancia en centros de acogida
En ese sentido, Navarro afirmó que la Junta está trabajando para que así sea tanto con los menores como con su madre, de 24 años, que además pasó su infancia también en centros de acogida de la Administración.
Al hilo, recordó que la Junta dispone de un programa para aquellos menores que aún no se han emancipado a los 18 años y no pueden volver con sus familias, el 'Más 18', que trabaja con ellos -unos 800 ahora en Andalucía- hasta que logran acabar sus estudios o un empleo. "No se puede obligar a nadie a que permanezca en ese servicio".
La consejera se refirió además a la rueda de prensa de la mujer, en la que estuvo acompañada de la presidenta de la Asociación Pro Derechos Humanos del Menor de Andalucía (APDHM-A), Asunción García: "A mí me gustaría que, cuando alguien se sienta a lado de una persona para dar una rueda de prensa, no sólo esté a su lado en ese momento, sino que mantenga esa ayuda en caso de que entienda de que no existe ayuda y colaboración de la Junta, que no es el caso".




http://www.abcdesevilla.es/20080528/andalucia-andalucia/junta-quita-tres-hijos_200805280328.html

Desde los seis a los 18 años Sara Casas peregrinó de un centro de acogida a otro por toda Andalucía y parte de Cataluña. Nunca convivió con ninguno de sus dos hermanos, también «protegidos» por la Junta andaluza. Pero a los 18 años la pusieron en la puerta de la calle con sus maletas y, entonces sí, llamaron a su madre por si quería ir a recogerla. Sara no quiere que les pase lo mismo a sus tres hijos, de cuatro años la mayor y de dos y medio, los gemelos, que le quitaron hace ya año y medio. «La Junta me dice que me los devolverá si hago esto o lo otro... y cuando lo hago entonces no cumplen dicen que haga otra cosa más».
Tiene miedo de que le suspendan las visitas, que ahora le permiten durante hora y media cada 15 días, y de que los niños desaparezcan dados en acogida a cualquier familia con medios económicos. Ella no tiene medios, sólo una pequeña pensión, pero sí ganas de trabajar y criar a sus hijos. «Me dijeron que para devolvérmelos tenía que tener una casa y ya la tengo. En Los Palacios, con tres habitaciones y mucha luz, pero tampoco les vale... No me los dan, ni siquiera me dejan ampliar las visitas».
El abogado de Sara, José Antonio Bosch dice que el pecado de Sara es haber sido inocente ante los servicios sociales. Cuando salió de los centros de la Junta lo hizo «sin formación, ni siquiera el graduado escolar. Se enamoró, por haberse criado sin afecto alguno, del primero que la quiso y que es el padre de sus tres hijos. Y le salió mal. La maltrató y ella acudió a pedir auxilio a los servicios sociales que la llevaron a una casa de mujeres maltratadas de donde le quitaron los niños nada más llegar. Es es la mano que le echaron...».
Según relata el abogado, la Junta alegó para quitarle la custodia de sus hijos que estaban en riesgo por la falta de formación de la madre y su mala salud mental. Sin embargo Sara tienen la cabeza perfectamente en su sitio y así lo han certificado dos psiquiatras del Servicio Andaluz de Salud. «Formación es verdad que no tiene porque la Junta que la crió no se la dio», dice Bosch. Lo más peregrino es que según cuenta el abogado, ahora la última exigencia que han intentando hacerle para devolverle a los niños es que se saque el graduado «cuando ellos la han tenido hasta los 18 años y no se han preocupado de que lo tuviese».
«Lo más diabólico -dice José Antonio Bosch- es que la misma asistente social que la crió a ella (por llamarle de algún modo) es la que ahora le ha quitado a los niños».
Visitas en horario laboral
En el caso de Sara no hay drogodependencias, ni asuntos pendientes con la Justicia. Tiene sólo 24 años y quiere a sus hijos. Cada 15 días se levanta a las seis de la mañana para coger un autobús de Los Palacios a Sevilla y otros dos hasta la localidad donde la Junta tiene internados a los niños, para verlos durante hora y media, a partir de las 10 de la mañana. En ese sitio y no en otro, ni siquiera en el parque del pueblo.
Sara y su abogado temen que cualquier día llegue un técnico de la Junta y certifique que las visitas de Sara son perniciosas para los niños y las suspendan. Desde luego los niños no llevan bien que su madre sólo los vea cada 15 días y que no los lleve con ella... Eso les es difícil de entender. Sara se lamenta: «Tendrías que ver como son las visitas...»
José Antonio Bosch aprovecha y denuncia que «las visitas las programan en jornada laboral, en horario laboral, ¡y en horario escolar!». Y comenta que uno de los problemas que se encuentra Sara para lograr mantener un trabajo es encontrar un patrón lo suficientemente comprensivo para que le permita cumplir todos sus compromisos con la Junta: curso para padres, evaluaciones en los distintos servicios sociales en la fecha y hora que dispongan y las visitas en horario laboral a las que no sólo no quiere faltar sino que si lo hace puede que se las suspendan para siempre...
Los niños de los pobres
Sara ha acabado yendo a los tribunales. Las Justicia es ya su única esperanza de volver a tener a sus hijos con ella. Y pese a que su abogado la apoya plenamente, también dice que las leyes no son justas con estas madres porque yo no digo que la Junta le quite los niños a los pobres, pero si que todos los que quita son de madres pobres. Y que estas madres pobres se tienen que enfrentar en un tribunal al aparato jurídico de la Junta que con el dinero de todos puede aportar todos los peritos que quiera mientras la madre si quiere aportar testimonios periciales a su favor tiene que pagarlos con lo que no tiene...
Bosch también recuerda que la Ley de Menores manda lo contrario de lo que hace la Junta apoyar a la madre y a la familia para que los niños crezcan en su entorno familiar. «Pero así no salen las cuentas, Como salen es quitándole los niños. Tenemos una ley noruega con unos medios nigerianos»

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