Un hogar fuera de la casa familiar

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ANTONIO PINACHO / REDONDELA La vida en familia es la situación ideal para la infancia. Con esta premisa nació hace más de cincuenta años Aldeas Infantiles SOS, una organización internacional de ayuda a la infancia, sin ánimo de lucro, que actualmente atiende a cuarenta niños huérfanos o desamparados en sus instalaciones de Redondela.
"Nuestro objetivo es ofrecer a los niños un entorno familiar, un hogar estable y una formación sólida para darles un futuro prometedor y seguro", explica la vicepresidenta de Aldeas Infantiles de Galicia, Flor Hidalgo. Y para darse cuenta de ello sólo basta con entrar en cualquiera de los seis hogares que conforman la "aldea" de la asociación ubicada en la parroquia de Ventosela. En este lugar, los cuarenta pequeños conviven en casas, organizadas en unidades familiares de cinco a siete miembros, bajo la tutela de una "madre SOS", responsable permanente del hogar y que proporciona a los niños el amor, amparo y confianza que necesitan para su desarrollo. "Se intenta que cada casa sea lo más parecido a una familia y por esta razón, cuando acogemos a varios hermanos, estos no se separan nunca", apunta el director de la "aldea" redondelana, Camilo Fernández, que pone como ejemplo uno de los hogares en los que residen actualmente siete hermanos de 1 a 7 años de edad. Cada una de las seis casas que funcionan actualmente en las instalaciones de la asociación en Redondela dispone de sus propios medios económicos y personal para atender las distintas labores domésticas. "Es igual que una familia convencional, en la que la madre se tiene que ajustar a un presupuesto, organizar las tareas en la casa, educar a los niños y darles todo su afecto, que es lo que más necesitan", explica Sinda Arjones, antigua "madre SOS" y actual responsable de los hogares.
a directora del Centro de Programas Sociales de Aldeas Infantiles, Elvira Peña, afirma que la problemática de los padres biológicos de los niños que permanecen en régimen de acogida es muy variado, aunque el perfil general es el de una familia monoparental, de baja cualificación, con trabajo inestable, sin un salario fijo y en muchas ocasiones preceptores de la Risga, y con una vivienda muy precaria.Las instalaciones redondelanas, que disponen de capacidad para acoger a 54 niños, también cuentan con biblioteca, ludoteca, taller de peluquería, aulas de apoyo escolar, salas de juego y canchas deportivas. Actualmente trabajan catorce personas que ofrecen toda la atención que necesitan los pequeños, con el apoyo permanente de profesionales como psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales y educadores.
Además de la "aldea" de Ventosela, la asociación también dispone de una residencia para jóvenes en Vigo y un Centro de Programas Sociales, que engloba programas de asistencia, seguimiento y apoyo a la familia, la infancia y la juventud en función de las distintas necesidades sociales. También cuenta con dos centros de atención de día que funcionan de 8.00 a 20.00 horas, en los que se organizan actividades formativas, de ocio y apoyo escolar, e incluso dispone de un programa de inserción laboral en el que una persona se dedica a la búsqueda de empleo y a programas de formación.