La Policía busca a la mujer y la niña, de 2 años, en Sama, donde han sido vistas varias veces desde finales de junio Bienestar Social asumió la custodia en abril tras denuncias mutuas por malos tratos entre los padres, toxicómanos
15.07.08 -
Tenía derecho a visitar a su hija, pero había perdido su tutela en abril. Sin embargo, la langreana María V. A., se llevó con ella a la niña, de 26 meses, cuando acudió a verla el pasado 23 de junio a un centro de acogida del Principado en Gijón gestionado por una orden religiosa. Durante el encuentro, aprovechó un descuido para escapar a la carrera con la pequeña. La Consejería de Bienestar Social, que ejerce de forma provisional la patria potestad desde la primavera, puso los hechos en conocimiento de la Fiscalía de Menores y la Policía, que mantiene abierta la búsqueda de la menor y su madre en el distrito de Sama. La Administración autonómica se hizo cargo de la niña después de que sus padres acumularan varias acusaciones mutuas de malos tratos desde 2006.
Lejos de resolverse, la situación permanece estancada tres semanas después de la desaparición. Un portavoz de Bienestar Social señaló ayer que «el caso está en manos de la fiscalía y existe una orden de busca y captura contra la madre». Sin embargo, tras 22 días sin noticias, nada se sabe del paradero ni del estado actual de la pequeña. La tensión ha agostado la paciencia de la abuela paterna, María Araceli Rodríguez, quien ha solicitado la custodia y reveló ayer el caso. «Desde que ha desaparecido no duermo, ni como, y es que daría la vida por mi nieta», declaró.
Pegada de carteles
«Si no aparece pronto mi nieta o le han hecho algo pediré responsabilidades a la Consejería», advierte. Su familia teme que la pequeña pueda sufrir algún daño y ha iniciado una búsqueda por su cuenta. «Estamos cansados de pedir explicaciones y resultados al Principado y a la Policía», añadió Rodríguez. La familia ha colgado carteles con una fotografía de la madre y la pequeña y la leyenda 'Se buscan' en paredes y paradas de autobús de todo el concejo, donde sospechan que se encuentran madre e hija, ya que todos sus familiares directos residen en el municipio.
Si la pegada no da resultados, la ampliarán al resto de los ayuntamientos de las comarcas del Nalón y el Caudal.
La abuela asegura haber recibido varios testimonios que confirman la presencia en Sama de la mujer y de su nieta. La semana pasada, fueron vistas en Sama. La familia trasladó el aviso a la Policía, cuyos agentes acudieron a la locadidad. «Vieron, como nosotros, a la madre subirse a un tejado y escapar, pero sin lograr detenerla», le contaron después algunos testigos. Varios vecinos confirmaron ayer esa versión. «Algunos días se las puede ver paseando por Sama o yendo de visita a casa de la abuela materna», señalaron. El aspecto de ambas es normal.
La propia madre pidió en abril que el Principado se hiciese cargo de la custodia de la menor, alegando que su padre no era capaz de encargarse de ella. La abuela lo niega y, aunque no pudo evitar que Bienestar Social asumiera la tutela, presentó de inmediato su solicitud.
«Venganza»
La familia paterna sostiene que el motivo de la sustracción de la pequeña es personal. «Se llevó a la pequeña para vengarse del padre», asegura. La mujer tiene dos hijas de una relación anterior, una de las cuales vive con una hermana, que ostenta la custodia, y la otra fue entregada en adopción por el Principado. Se da la circunstancia de que los dos progenitores, ambos drogodependientes, han acumulado un amplio historial de denuncias mutuas por malos tratos. Los hechos más antiguos se remontan a principios de 2006, cuando la mujer tuvo que cumplir una orden de alejamiento de su pareja. Por aquel entonces, ambos compartían domicilio en un piso del barrio Urquijo, en La Felguera, situado cerca de la estación de Feve.
EL CASO
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