Los padres de acogida del niño del Royo apoyan a los del pequeño de La Pedraja

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Los padres de acogida del niño del Royo apoyan a los del pequeño de La Pedraja
CHUS BORJABAD/R. BLAZQUEZ. SORIA/ SALAMANCA
Los padres de acogida de Diego L.B, más conocido como «el niño del Royo», localidad soriana en la que residen, muestran su apoyo a los del pequeño de La Pedraja (Valladolid) tras conocer la intención de los Servicios Sociales de la Junta de entregarlo a la madre biológica. Casi desde su nacimiento, el pequeño vallisoletano, de tres años, vive con sus tíos y padres de acogida, si bien ahora desde la Junta se estudia la posibilidad de que vuelva con su madre.
«El niño del Royo» también fue separado de sus padres de acogida para entregarlo a su madre biológica, por lo que éstos han manifestado a ABC su apoyo hacia los progrenitores vallisoletanos, cuyo caso consideran similar.
En la actualidad, el pequeño Diego L.B, que fue apartado de su madre al nacer, el 4 de enero de 1999, por los problemas psiquiátricos de sus progenitores, y que a los cinco meses de vida, fue entregado en régimen de preadopción a una familia de Soria, hasta los 27 meses, se encuentra desde el pasado año, en un centro de acogida de la capital salmantina bajo la tutela de la Junta, después de que un juez entendiera que el niño estaba desatendido por parte de su madre biológica, Margarita Bernal, con la que vivía desde diciembre de 2003, también por mandato judicial. Aunque la madre visita al niño de acuerdo con lo establecido en el régimen que se le ha impuesto, por el momento el menor continúa internado.
En abril de 2007 el titular del Juzgado de Instrucción de Ciudad Rodrigo (Salamanca) consideró que Diego se encontraba en una situación de desamparo por parte de su progenitora. Por su parte, la madre del niño negó que el pequeño estuviera desatendido.
La corta vida de Diego ha estado marcada por su peregrinaje por varias familias y sus continuas idas y venidas a los centros de acogida, en especial al «María Dolores Pérez-Lucas», siendo objeto de múltiples resoluciones judiciales.
«El niño del Royo» con cinco meses de vida entró a formar parte de la vida de Carlos de Francisco y Raquel Gómez, quienes decidieron adoptar un niño y la casualidad quiso que en el pequeño que llegara a su hogar fuera Diego, aunque sólo por un tiempo de 22 meses, cuando en octubre de 2000, el juez Luciano Salvador, dictaminó que el niño fuera ingresado en un centro de acogida de Salamanca para estar cerca de su madre, que había reclamado su custodia.
La Junta, que no compartía la decisión judicial, recurrió ante el Tribunal Supremo el auto de la Audiencia de Salamanca que determinó que el niño suspendiera su relación con sus padres preadoptivos. En ese tiempo, la tía materna, María Antonia, se ofreció a hacerse cargo de él, aunque a los tres meses le tuvo que entregar de nuevo a los Servicios Sociales ante las continuas presiones por parte de la madre.
En julio de 2002, el juzgado número 6 de Salamanca autoriza la permanencia de Diego con su madre, y en noviembre de 2002, la Audiencia salmantina establece que el menor viva con su progenitora, con la supervisión de los Servicios Sociales.