Menores en riesgo, Málaga

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Bienestar Social atendió a 456 menores en situación de riesgo el pasado año

Proceden de familias con pocos recursos. Los padres suelen presentar diversas patologías y adicciones. En quince casos se retiró la custodia
Padecen las graves consecuencias que acarrean los problemas de sus progenitores. Una alimentación no adecuada, falta de aseo o absentismo escolar, son algunas de las constantes que marcan la vida de cientos de menores en la capital.
El Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Málaga ha atendido en 2007 a 197 familias con menores en situación de riesgo (456 niños hasta noviembre de ese año). El Consistorio actúa antes de que se decrete la situación de desamparo. De los casos atendidos se ha conseguido que 64 alcancen los objetivos, mientras que en 15 de ellos se ha procedido a la retirada del menor, que pasa a un centro. En el resto de familias se continúa aún trabajando, ya que la intervención puede prolongarse incluso dos años, según los datos facilitados por la concejal responsable de este área, María Victoria Romero.El ´Programa de tratamiento a familias con menores´, de la Sección de Menores y Familia del Área de Bienestar Social, ayudó de esta forma a 197 familias, 137 derivadas de la red de centros de servicios sociales comunitarios del Consistorio distribuidos en los diez distritos y 60 del servicio de protección al menor de la Junta de Andalucía.Ante estas situaciones de riesgo se interviene a "todos" los niveles: aspectos sociales, psicológicos, laborales y educativos, con el fin de evitar retirar al menor de su entorno familiar y conseguir superar los problemas que impiden su adecuado desarrollo y su pleno bienestar.Se persigue mitigar los factores de riesgo, capacitar a la familia para que desarrolle una correcta atención (evitando conductas negligentes o maltratadoras) y asegurar la integridad básica de los menores en su entorno.Los detalles. De esta forma, se les proporciona a las familias las habilidades y recursos técnicos necesarios que faltaron cuando se produjo esa situación de riesgo.Fundamentalmente estos casos se detectan a través del absentismo escolar y del trabajo diario de los servicios sociales comunitarios. Este "abandono" requiere de una amplia y complicada intervención ante unos padres que "no demuestran su capacitación para tener hijos", reseñaron desde Bienestar Social.Este tipo de situaciones pueden sucederse en familias sin problemas, pero lo habitual es que se trate de una familia de clase baja y con pocos recursos. Además, suelen presentar diversas patologías y también adicciones.A raíz de la puesta en marcha de la red completa de atención (los servicios sociales comunitarios constituirían un primer nivel antes de pasar a este programa) se detecta un menor número de casos extremos, lo que según el análisis de Bienestar Social responde a un mejor servicio.

En 2006 se atendieron 247 casos (420 menores), mientras que en 2005 fueron 436 los niños que se incluyeron en el programa procedentes de 209 familias. La intervención abarca todos los aspectos del problema: salud, empleo, centro escolar. Se trata de modificar la conducta, introducir unos hábitos normalizados y dotarles de habilidades sociales.