sábado, 20 de junio de 2009

Un total de 4.375 menores encontraron un hogar en la Comunitat Valenciana en 2008

 
VALENCIA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) - 
 
Un total de 4.375 menores encontraron un hogar en la Comunitat Valenciana en 2008, según informaron hoy en un comunicado fuentes de la Asociación de Atención y Apoyo a la Familia, la Infancia y la Juventud. Así, comentaron que durante el pasado año se registraron más de 5.000 casos de menores sobre los que la administración aplicó medidas de protección.

   Al respecto, precisaron que algunos ingresaron en los diversos centros de acogida existentes, con un total de 1.248 plazas, mientras que otros, en concreto, 4.375, fueron acogidos por familias. De éstas últimas 3.647 eran familias directas de los propios menores y 728 familias educadoras sin vínculos familiares con los niños y niñas.

   La Asociación de Atención y Apoyo a la Familia, la Infancia y la Juventud comentó también que del número total de casos, hay 81 acogidos que se encuentran en fase de preadopción. Por provincias, durante el pasado año se registraron 3.148 acogimientos en Valencia (2.596 en familia extensa y 552 en familia educadora); 267 en Castellón (235 en familia extensa y 32 en familia educadora), y 960 en Alicante (816 en familia extensa y 144 en familia educadora).

   Estas cifras revelan que la mayoría de menores sobre los que la administración ha aplicado medias de protección se encuentra en acogimientos familiares, señalaron las mismas fuentes, que apuntaron que "el acogimiento se ha convertido en una alternativa muy significativa e importante para los menores que no pueden permanecer en su seno familiar".

   Sin embargo, las mismas fuentes destacaron que "para poder ofrecer a estos niños y niñas con problemas la posibilidad de crecer junto a una familia y disfrutar de una infancia adecuada hacen falta todavía más familias que posibiliten que exista la alternativa del acogimiento familiar, ya que aún existe un índice significativo de menores que se encuentran en residencias (1.248) y que tienen que ver como parte de su infancia transita de un centro a otro a la espera de una familia de acogida".

   En la Comunitat Valenciana existen aproximadamente 431 familias educadoras que están acogiendo niños que lo necesitan. Además, hay 3.647 familiares que atienden a sus nietos o sobrinos para que no tengan que ingresar en centros, según las mismas fuentes. Por provincias, en Castellón se registran 37 familias educadoras; en Valencia, 246, y en Alicante, 148.

   Desde la Asociación de Atención y Apoyo a la Familia, la Infancia y la Juventud resaltaron que en la Comunitat Valenciana, progresivamente, se está produciendo un aumento del acogimiento "como una respuesta eficaz y solidaria para los niños que necesitan una realidad familiar". Así, manifestaron que este recurso "se está implantando cada vez más como la alternativa más empleada en las situaciones de desamparo familiar".  

DÍA DEL ACOGIMIENTO FAMILIAR

   Por otro lado, informaron de que Valencia será la sede del III Día del Acogimiento Familiar, que se celebrará el próximo sábado 27 de junio, organizado por la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar. Este evento, indicaron, tiene como principal objetivo "apoyar la creación de una cultura de acogimiento y acercar a la sociedad este gesto solidario de ayuda a la infancia".

   Así, comentaron que durante toda esta jornada, el cauce del Río Túria se convertirá en lugar de encuentro entre los agentes implicados en el acogimiento, las asociaciones y las familias acogedoras procedentes de todas las comunidades autónomas. Todos ellos participarán en los diferentes actos programados para este día, entre los que se encuentran la Feria del Acogimiento, la comida de confraternización o las animaciones y juegos para niños.

   Además, habrá una mesa redonda y una conferencia a cargo de la presidenta de la Comisión Especial del Senado para el estudio de las adopciones y temas afines, señalaron las mismas fuentes. Asimismo, durante esta jornada se realizará un acto de reconocimiento a los jóvenes que en su día fueron acogidos y que hoy participan en campañas de fomento.

   ASEAF organiza este acto por tercer año consecutivo con el apoyo del Ministerio de Sanidad y Política Social, la Conselleria de Bienestar Social, el Ayuntamiento de Valencia y gracias a la implicación directa de muchas familias acogedoras y de asociaciones de acogimiento familiar de diferentes lugares de España, subrayaron.

   La intención de esta asociación es hacer converger el III Día del Acogimiento Familiar con los actos conmemorativos del Año de la Solidaridad, que recientemente se va a declarar por parte del Gobierno Valenciano, así como con la conmemoración del 50 aniversario de la Declaración de los Derechos del Niño, para reconocer el acogimiento como ejemplo de solidaridad que posibilita el cumplimiento del derecho a vivir en familia a muchos menores, como se recoge en la Declaración de 1959, afirmaron.

 

Regresa a Benin la niña operada en Euskadi gracias al programa Atenciones Médicas Especializadas de Tierra de Hombres

 
BILBAO, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
 
La ONG Tierra de Hombres-Gizakien Lurra anunció hoy el regreso a Benin (Africa) de la niña Yanelle, una vez restablecida de la patología de la que fue tratada en la Clínica Donostia desde el mes de noviembre de 2008, a través del Programa Atenciones Médicas Especializadas (AME).

   Según informó la ONG, la partida se producirá el próximo viernes  en el vuelo Bilbao-París-Cotonou que saldrá de Loiu a las 10.15 horas. Junto con la niña, los responsables de la ONG y los voluntarios que han participado en el acogimiento temporal estarán presentes en el aeropuerto desde las 9.00 horas para despedirla.

   El programa AME-VHV es un proyecto de cooperación internacional que, además de en Benin, se desarrolla en diferentes países de África y favorece a menores en situaciones críticas o de exclusión con los que se trabaja en el terreno. Aquellos que presentan problemas de salud que no pueden ser tratados en su entorno son traídos a Europa para ser atendidos, operados por especialistas de los servicios hospitalarios que colaboran y, una vez restablecidos y sanos, poder regresar a sus ciudades de procedencia.

   Tierra de Hombres lleva trabajando en Benin desde hace varios años y es en este país en el que se tiene uno de los centros "Oasis" más importantes. En él se atiende a casi 2.000 niñas y niños víctimas de trata, explotación o maltrato.

   También está presente en Zou, una de las zonas más desfavorecidas del país, con proyectos de salud nutricional que atienden a 11.000 menores de cinco años. Por último, mediante el desarrollo de acciones de salud materno-infantil se presta apoyo un centenar de mujeres en el pre y post-parto.

   La ONG destacó que toda esta labor es posible gracias a la colaboración de instituciones públicas y privadas, de aportaciones individuales y al voluntariado que personas de toda condición ejercen constantemente. Tierra de Hombres - Gizakien Lurra aseguró que sigue necesitando ayudas, donativos y voluntarios que quieran ser familias de acogida o prestar su colaboración a través de los grupos de trabajo existentes en cada provincia.

 
 
 

La repatriación de menores inmigrantes continúa paralizada cinco años después

 
La Junta tutela en la provincia a un total de 162 niños extranjeros no acompañados, a la espera de devolverlos a sus países de origen

15.06.09 - AMANDA SALAZAR | MÁLAGA
 
Las repatriaciones de menores inmigrantes sin acompañamiento continúan paralizadas. Hace cinco años, el Gobierno firmó un acuerdo con Marruecos, país de procedencia de la mayoría de los inmigrantes menores de edad tutelados en la actualidad por la Junta de Andalucía. Este pacto establecía que los consulados de este país en España serían los encargados de recabar la información necesaria sobre los menores para la devolucíon a sus familias cumpliendo con todas las garantías legales de protección a la infancia.
Pero la comprobación en el país de origen no es fácil. En ocasiones, las familias no quieren admitir que enviaron en pateras a sus hijos. Saben que sin información sobre su procedencia, no podrán devolverlos y esperan que al cumplir los 18 años, los jóvenes consigan una situación regularizada y empiecen a trabajar para enviar dinero a sus familias desde España. En otras ocasiones, la burocracia alarga un proceso que continúa estancado a pesar de las constantes reuniones entre España y Marruecos para desatascar las repatriaciones.
Y sin el informe de los consulados, no se puede avanzar. En teoría, tras este estudio los casos tienen que pasar por la Fiscalía, que dará el visto bueno. Entonces, el Gobierno podrá activar la devolución, que ejecutarán las subdelegaciones provinciales. Pero en Andalucía, no se ha producido ninguna repatriación en los últimos años, según confirman fuentes de la Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social.
En la provincia, actualmente hay 423 menores de edad en los centros de acogida de la Junta de Andalucía. De estos, el 38%, un total de 162, son menores inmigrantes no acompañados que llegaron de forma irregular a Málaga, en la mayoría de las ocasiones, a bordo de una patera. Además, actualmente hay 845 niños en la provincia en acogimiento familiar. En total, la Junta de Andalucía tutela en Málaga a 1.024 niños, a los que hay que sumar otros que están a la espera de resolución judicial por si se declara la situación de desamparo.
Pero, ¿qué ocurre después de cinco años si los menores cumplen la mayoría de edad? La delegada de Bienestar Social explica que lo normal es que se regularice su situación. «Los menores reciben formación y cuando salen disponen de pisos tutelados para que sigan estudiando o busquen un trabajo, pero pasan a estar totalmente normalizados», indica.
 

LOS DATOS

Datos de menores en centros de acogida facilitados por la delegación de Igualdad y Bienestar Social.
Número de menores en centros de acogida de la provincia: 423 menores repartidos en distintos centros de la Junta de Andalucía.
Número de menores inmigrantes: De los 423 menores en centros de acogida, 162, el 38% son menores inmigrantes no acompañados.
Menores en acogimiento familiar: 845 menores.
Total de menores tutelados por la Junta o en situación de desamparo: 1.024.

Málaga tiene a más de 1.200 menores acogidos o en centros de protección

 
La asociación Hogar Abierto lanza una nueva campaña para captar a más familias que quieran cuidar a niños y adolescentes
Ángel Recio / Málaga | Actualizado 11.06.2009 - 01:00
 
Parece mentira que en una sociedad moderna como la actual aún haya niños totalmente desamparados. Pero es así. Menores que sufren maltratos, o que tienen padres drogadictos, encarcelados o simplemente desaparecidos, entre otros muchos problemas. Afortunadamente, una sociedad moderna como la actual también tiene cosas positivas como instituciones que se hacen cargo de esos menores y, sobre todo, personas solidarias que, sin recibir nada a cambio, son capaces de ayudar a estos niños con la ilusión de que sean personas de provecho en el futuro y no sean carne de cañón de la marginalidad.

En Málaga la asociación Hogar Abierto trabaja desde hace 11 años en el acogimiento temporal de los menores con problemas familiares en colaboración con la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía. En estos momentos, según datos aportados ayer por la delegada provincial de Bienestar Social, Amparo Bilbao, hay 820 menores acogidos por familias de los cuales 221 están siendo atendidos por personas que no tienen ningún tipo de vínculo familiar con ellos. En 2008 hubo 51 nuevos acogimientos frente a los 36 del año anterior. En los centros de protección de menores hay 423 personas por lo que, en total, hay 1.243 menores acogidos o en estos centros en la provincia.

Acoger a un menor tiene doble mérito. Por una parte se ayuda a una persona indefensa en uno de los peores momentos de su vida y, en segundo lugar, el interesado sabe que, pese a que le pueda tomar cariño al menor, este proceso es temporal y no es una adopción como tal, ya que el objetivo último es que el menor pueda volver con su familia cuando ésta esté sin dificultades. De hecho, el periodo medio de acogimiento es de seis meses a un año, salvo en aquellos casos que, por especiales dificultades, sea permanente y la familia que acoge pueda tener la tutela del menor.

Alberto Peláez, presidente de Hogar Abierto, agradece el apoyo de las familias pero "tenemos que captar a más y evitar los posibles prejuicios que puedan surgir". Uno de ellos, por ejemplo, es pensar que los adolescentes pueden ocasionar más problemas a los padres de acogida "cuando no es así ya que al ser más mayores son conscientes de que intentas ayudarlo". Esta asociación ha lanzado una nueva campaña para atraer a más familias en la que vuelve a contar con el barítono malagueño Carlos Álvarez, que además es presidente de honor de este organismo. "Debo destacar la generosidad inmensa, la idoneidad y la capacidad de estas familias de prestar servicios a toda la sociedad desde la desesperanza porque estas familias no tienen nada que recibir, sólo dan", afirmó Álvarez, quien pidió a los posibles interesados que no tengan dudas sobre el funcionamiento de esta asociación.

El acogimiento habitual es el de menores, pero recientemente se ha incorporado la figura del acogimiento de urgencia, a través del cual se puede llevar a bebés abandonados o con padres con problemas directamente desde el hospital a estas familias de acogimiento. En Málaga hay seis familias que tienen bebés y otras tres están a la espera de que surja cualquier caso. "Estas familias tienen siempre el móvil encendido porque saben que las podemos llamar a cualquier hora", destacó Amparo Bilbao. No cualquier familia vale para acoger un niño. Debe pasar unas evaluaciones por parte de profesionales y recibir una formación específica. Eso sí, tienen la grandeza de querer ayudar sin pedir nada a cambio.

jueves, 11 de junio de 2009

Más de 800 menores están acogidos por familias residentes en Málaga

 

EFE , Málaga

Un total de 820 menores están acogidos por familias residentes en la provincia de Málaga, mientras que en los centros de protección permanecen 423, según ha informado hoy en rueda de prensa la delegada de Igualdad y Bienestar Social, Amparo Bilbao.

La mayor parte de los acogimientos se realizan por algún miembro de la familia extensa del menor, sobre todo por parte de tíos y abuelos, pero el año pasado hubo un aumento de acogidas llevadas a cabo por familiar ajenas y en la actualidad se contabilizan un total de 221 casos.

En 2008 se produjo un incremento en la protección de menores a través del programa de acogimiento familiar, ya que se realizaron un total de 51 altas respecto a las 36 establecidas en 2007, ha señalado Bilbao.

Por otro lado, la Asociación Hogar Abierto de Málaga, ha presentado hoy una nueva campaña para promover el acogimiento en familias de los menores de edad que se encuentran en centro de protección de la provincia de Málaga.

Con este programa de acogida, que nunca puede derivar en adopción, puede colaborar todas aquellas personas dispuestas a "ayudar a menores que atraviesen dificultades a través de la atención y el cariño, hasta que se resuelva la situación de sus progenitores", ha señalado el presidente de la asociación, Alberto Peláez.

Actualmente, esta entidad tiene 62 menores atendidos a través de tres programas de acogida, el simple, que suele tener una duración de entre tres y doce meses, el permanente en el que no hay un tiempo estipulado y el de urgencia, a través del cual se traslada directamente al bebé desde el centro hospitalario hasta la familia de acogida

 

domingo, 7 de junio de 2009

¿Puedo devolver a mi hijo?

 

Un niño busca amor y unos padres, un hijo al que poder ofrecerle el suyo. En principio, la unión debería ser perfecta. Pero no siempre es así. Aproximadamente un 2% de las adopciones fracasan, un porcentaje no muy elevado pero que acarrea unas heridas difíciles de cicatrizar tanto en los padres como, sobre todo, en los hijos, que se enfrentan así al segundo abandono de sus cortas vidas. En los últimos cinco años, se han producido en Galicia diecisiete integraciones familiares fallidas (diez en la provincia de A Coruña y otras siete en Pontevedra), la mayoría de ellas nacionales y de niños mayores de seis años o de grupos de hermanos

AMAIA MAULEÓN | A CORUÑA ¿Se puede devolver a un hijo adoptado? ¿Qué ocurre cuando la convivencia es insostenible, cuando el amor no puede con todo, cuando el choque de las expectativas es insuperable? Los casos son pocos, aproximadamente el 2% del total (aunque algunos estudios lo elevan hasta el 15) pero los niños y adolescentes que tienen la desgracia de vivir este drama suman un segundo abandono a la tragedia de un primero. Son las adopciones fallidas, la historia de un fracaso. Y Galicia no es ajena a esta dura realidad.

En los últimos cuatro años se produjeron en esta Comunidad 1091 adopciones; 244 nacionales frente a 847 internacionales, la mayoría de Etiopía y China. Un total de 17 niños -10 en A Coruña y 7 en Pontevedra- sufrieron una adopción fallida, lo que representa un 1,5% del total. Los siete fracasos que se produjeron en la provincia de Pontevedra eran adopciones nacionales y, entre ellas, había dos parejas de hermanos. Los diez fracasos de A Coruña, por su parte, eran seis de adopción nacional y cuatro de internacional. Nacidos todos ellos entre 1990 y 2001.

La ley española es clara: "La adopción es irrevocable". Esto significa que, una vez formalizada, no se puede devolver a un hijo, igual que no se puede devolver a un hijo biológico. Los vínculos legales son los mismos. Sin embargo, en la adopción nacional existe una fase de acogimiento preadoptivo en la cual la decisión es reversible pues existe la posibilidad de renunciar al proceso abierto. Una vez superada esa fase -cuya duración máxima es de un año- el menor queda oficialmente adoptado y si es en este punto cuando la familia decide revocar su decisión hay que renunciar formalmente al menor. Entonces se abre un proceso judicial para que el menor vuelva a ser adoptable y se retira la patria potestad a los padres.

En el caso de las adopciones internacionales, el proceso de renuncia sería el mismo, pero bajo ningún concepto el niño o niña regresa a su país de origen, ya que cuando vienen lo hacen con pasaporte español.

La segunda adopción es muy difícil para estos pequeños porque, en la mayoría de los casos, ya son muy mayores y, además, se sienten rechazados.

España es el segundo país en adopciones del mundo, después de Estados Unidos. Hoy no es llamativo ver a una pareja blanca paseando por el parque con un niño negro o una niña china. Se habla con más naturalidad de los problemas de fertilidad y, en los colegios, se plantea abiertamente la diversidad de familias.

De las adopciones fallidas, en cambio, apenas se habla. David Planell reflejó recientemente en su película "La vergüenza" esta realidad, en la que sufren las dos partes. En la película, Pepe y Lucía no pueden con Manu. Lo han intentado todo pero es inútil: el niño que adoptaron hace menos de un año les viene grande, no se hacen con él, y han decidido devolverlo. Sin embargo, pronto se dan cuenta del precio que deberán pagar si quieren seguir adelante con el plan. Los padres sienten vergüenza, ante los demás y ante ellos mismos, de no ser capaces de llevar a cabo su tarea.

Formación e información

Por eso suelen silenciarse los problemas. Por otra parte, como explica Alberto Pereira, coordinador del Servicio de Menores de la Xunta en la provincia de Pontevedra, "los casos de fracaso son difíciles de cuantificar porque primero hay que definir qué es fracaso". Pone un ejemplo muy ilustrativo que es real. Una pareja adopta a su hijo desde que es un bebé. El niño crece sin problemas y la convivencia familiar es totalmente normal. Cuando el chico llega a la adolescencia comienza a coquetear con las drogas. El problema crece y se vuelve violento. Un día golpea a su padre y éste le denuncia. ¿Ha fallado la adopción?

La formación y la información en el periodo anterior a la adopción; los estudios muy cuidadosos para determinar la idoneidad de unos padres para convertirse en adoptivos y el seguimiento y apoyo posterior al proceso de adopción son las claves para conseguir que ese pequeño porcentaje de fracasos cada vez sea menor.

 

miércoles, 3 de junio de 2009

Un viaje hacia la vida

 
31.05.09 - CARMEN BARREIRO
Ebi es un niño mauritano de cinco años que ha descubierto el placer de «correr por los pasillos de su casa» sin que su corazón se resienta. El pequeño sufría una cardiopatía imposible de tratar en su país de la que ya está «totalmente recuperado» tras ser intervenido en el hospital de Cruces gracias al programa de atenciones médicas especializadas llevado a cabo por la fundación Tierra de Hombres, dedicada a la defensa de los derechos de la infancia en situaciones de desamparo, guerra o catástrofes naturales.
Laetitia (12 años, Togo), Patrick (9 años, Madagascar), Augustine (8 años, Benin), Loubna (9 años, Marruecos) e Izidine (2 años, Togo) vivieron una experiencia similar a la de Ebi, que fue acogido durante tres meses por una pareja de Sestao para que su corazón pudiese volver a latir con fuerza. La organización selecciona los casos en el continente africano «en función de la gravedad del niño, de la previsión de mejora a corto plazo y de las posibilidades de un correcto seguimiento a su regreso», mientras que el coordinador médico se encarga de elegir el equipo de especialistas más adecuado para cada patología entre todos los hospitales colaboradores.
Pero más importante y complicado que seleccionar los posibles casos es encontrar a personas dispuestas a hacerse cargo del pequeño durante su estancia en nuestro país. Para que un niño pueda viajar y ser operado en cualquiera de las seis comunidades autónomas que participan en el proyecto -País Vasco, Navarra, Madrid, Andalucía, Valencia y Galicia- es «indispensable» que una familia se comprometa a acogerlo en su casa durante todo el proceso.
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la organización para poder traer a los menores es precisamente conseguir hogares de acogida temporal. «La dedicación e implicación emocional que supone atender a un niño enfermo, del que además no se vuelve a saber nada en cuanto regresa a su país de origen, hace que muchas familias se echen atrás a la hora de participar en el programa», reconocen en la fundación Tierra de Hombres.
Delegaciones como la del País Vasco no han dudado en hacer un llamamiento público para darse a conocer y ampliar la red de voluntarios. «Necesitamos hogares de acogida urgentemente, sobre todo en Guipúzcoa donde tenemos casos parados porque no encontramos familias dispuestas a hacerse cargo de los menores», reconoció el responsable de la organización en Euskadi, Alfonso Roncero. El programa 'Viaje hacia la vida' llegó en su día a un acuerdo con Osakidetza para que los niños puedan ser intervenidos de sus dolencias en los hospitales de Cruces, Txagorritxu y Donostia. La red pública vasca atiende una media de doce menores al año y el porcentaje de éxito es muy elevado.
El tiempo de estancia en los hogares de acogida depende de la patología que sufra el menor, «aunque rara vez baja de los tres meses». «Es un acogimiento muy complicado porque se trata de niños enfermos de hasta quince años que requieren una dedicación total por parte de la familia. Manutención, continuas visitas al médico, revisiones, estancias en el hospital, tratamientos... Las personas que participan en el programa tienen que estar muy concienciadas y ser conscientes de que se trata de un acto solidario», señala Roncero. La relación con el menor finaliza en el momento en el que el niño regresa a su país.
Las familias de acogida están apoyadas en todo momento por una red de voluntarios de la organización que colaboran en el cuidado del menor. De hecho, las personas interesadas en acoger a un niño enfermo pueden realizar turnos en los hospitales para familiarizarse con el programa antes de dar el paso definitivo. «Es una experiencia muy gratificante», coinciden las familias.
 
FATIMETU (6 AÑOS, MAURITANIA)
Enferma del corazón
«Ya no me desmayo cuando corro»
Fatimetu es «pura vida». Habla por los codos y no para quieta un minuto. Nada que ver con la niña de apenas quince kilos que llegó al aeropuerto de Loiu hace casi un año aquejada de un problema de corazón. «Le tuvimos que comprar una silla de ruedas porque la pobre no podía dar cuatro pasos seguidos. Se desmayaba», recuerda su familia de acogida. Fati se sometió a la primera operación el pasado mes de octubre en el hospital de Cruces.
El pronóstico de la pequeña era complicado, pero el equipo del doctor Aramendi obró el milagro. Una segunda intervención en marzo «devolvía la vida» a una niña que es un «regalo del cielo» para su «amatxu» de Algorta. A Maite Serrano y a su hija Vanesa se les cae la baba con su «bombón de chocolate». «Poder ayudar a niños como Fatimetu es un lujo», aseguran. La pequeña se ha integrado en la familia «sin ningún problema». «Cuando llegó se pasaba horas encendiendo y apagando las luces. Alucinaba con todo. Guardaba la comida porque creía que se iba a acabar y no sabía andar con zapatos... Nos ha enseñado a ver la vida a través de sus ojos», explica Vanesa, mientras la pequeña la somete a una sesión de fotos con su cámara digital.
«Es una niña muy fuerte. Lo ha pasado realmente mal y jamás se ha quejado. Al contrario. Es muy consciente de que ha venido a curarse y que va a regresar a su país. De hecho, en casa le recordamos todos los días a su familia», comenta Maite. El programa de atenciones médicas especializadas ha cambiado la vida de la pequeña. «Los médicos de Cruces me han curado, pero tengo que volver dentro de seis meses porque me tienen que volver a operar», explica con desparpajo.
A Fatimetu le encantan «la pizza y los macarrones con tomate que hace ama», ir a San Mamés, el circo, la playa... «El Olentzero me regaló la equipación del Athletic, un montón de muñecas y dos lauburus», explica de carrerilla. Maite y su marido viven para la pequeña. «La dedicación es total, pero merece la pena», reconocen. Fati ha conquistado a la familia Moreno y a todo su entorno. En unos días, la pequeña volverá a su país de origen.
-¿Te apetece volver a Mauritania?
-Sí, pero todavía no.
 
YANELLE (15 AÑOS, BENIN)
Intervención maxilofacial
«Poder abrir la boca ha sido maravilloso»
Yanelle nació con la boca cerrada. Hablaba entre dientes y sólo podía comer alimentos triturados. Su vida cambio el día que la organización Tierra de Hombres la seleccionó para participar en el programa de atenciones médicas especializadas. De Benin a Lasarte. Yanelle fue intervenida el pasado mes de febrero en el hospital Donostia por el doctor Arruti y desde entonces no hay día que no se mire al espejo. «Le encanta sacar la lengua, enseñar los dientes...», comenta su familia de acogida. «Poder abrir la boca ha sido maravilloso. Estoy muy contenta», reconoce la adolescente.
«Fue muy emocionante. La niña estaba como loca. No hacía más que decirnos 'eskerrik asko, eskerrik asko'», recuerda Isabel Fernández de Agirre. A sus 15 años, Yanelle ha descubierto un nuevo mundo. ¡Puede lavarse los dientes! «Es una campeona. Tiene muchísimas ganas de salir adelante y se lo merece todo. En su país no pudieron hacer nada porque no tenían medios. Acoger a un menor enfermo requiere plena dedicación. No es fácil, pero también te da muchas satisfacciones», coincide la familia guipuzcoana.
Yanelle «tiene un gran capacidad de sacrificio y tiene muy claro que ha venido a curarse». «Es una cría muy dócil. Mi dos hijas la quieren muchísimo. Nos va a dar muchísima pena cuando se vaya, pero eso significa que ya está curada», se consuela Isabel. Pese a que las primeras semanas tuvieron «algunas dificultades» para entenderse con ella por culpa del idioma, la niña se ha adaptado perfectamente a su nueva vida. «Ha aprendido a montar en bicicleta y ha visto la nieve. Todo un descubrimiento. Le impresionó mucho», comenta Isabel Fernández de Agirre. No es la primera vez que esta familia de Lasarte acoge a una niña enferma y no dudan en «recomendar la experiencia a todo el mundo».
 
JALIBATU (15 AÑOS, GUINEA)
Traumatología
«Tenía una pierna más larga que la otra»
El matrimonio vitoriano formado por Begoña Iduya y Xabier Sánchez siempre había querido «hacer algo por los demás» y el programa 'Viaje a la vida' colmaba todas sus expectativas. Así que no lo dudaron un momento y se pusieron en contacto con Tierra de Hombres. La primera niña que acogieron era de Madagascar y la experiencia les resultó tan gratificante que han repetido.
Jalibatu llegó a casa de los Sánchez Iduya procedente de Guinea Conakri a finales de enero. La niña tenía una pierna más larga que la otra y necesitaba ser intervenida de urgencia en Txagorritxu, el hospital al que la organización suele derivar los casos de traumatología. «Le han tenido que poner seis hierros en menos de medio año. Además, la pobre ya venía de pasar dos meses en un hospital en su país», explica Begoña. Cuando el delegado de la organización les dijo que iban a acoger a una niña de 15 años, admiten que les entró «un poco de vértigo» porque se imaginaron que podía ser la «típica adolescente rebelde». Nada que ver. «Es un amor».
Los cuatro hijos del matrimonio colaboran en «todo lo que pueden» para que su 'hermana' se sienta como en casa. «Están encantados». Y la niña también. Jalibatu «alucina» con todo. «Le llama muchísimo la atención que tengamos luz eléctrica todo el día o que abras un grifo y salga agua». Ha tenido que aprender a utilizar cubiertos, porque en su país «todo el mundo come de la misma cazuela». Le «encanta ir al cine», pero como casi todos los adolescentes «odia la verdura».



 
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